Después de 56 años en el periodismo, la autora destaca su formación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y su experiencia en medios importantes, trabajando con figuras destacadas. Agradece el apoyo familiar y profesional, y expresa su amor por la profesión, que considera esencial para defender los intereses ciudadanos.
Ejercer el periodismo durante 56 años me ha llenado de grandes satisfacciones personales. Comencé a estudiar la profesión en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en el año 1969.
Tuve la dicha de ingresar como pasante universitaria en el periódico Última Hora, donde tuve el privilegio de trabajar junto a grandes luminarias del periodismo nacional como Virgilio Alcántara, Aníbal de Castro, Gregorio García Castro, Guarionex Rosa y otros grandes exponentes de nuestra profesión que me mostraron las enseñanzas principales de nuestro oficio.
He ejercido el periodismo con vocación y sentido de servicio a los demás, sintiendo sobre mí el legado de mi madre, la periodista Pía Rodríguez, una de las pioneras del periodismo nacional. En mi carrera profesional siempre conté con el apoyo de los periodistas con los que me tocó trabajar. Gracias a su apoyo y valoración pude ocupar importantes cargos ejecutivos en medios de comunicación muy importantes en el país
Entre los cargos desempeñados por mí figuran los siguientes: Directora de Noticiario Popular, Sub-Jefa de Redacción de Última Hora, directora del suplemento La Tarde Alegre, de ese periódico, directora del Suplemento Qué Pasa, de El Nacional, directora Sección Comercio del Periódico El Siglo y directora de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica de Santo Domingo.
Laboré junto a mi madre Pía Rodríguez en los programas Puntos de Vista, de Color Visión y Teleopina, del Canal 24, los cuales siguen activos en esos medios de comunicación.
Amo el periodismo y lo he adoptado como parte de mi razón de vivir. Es una profesión que nos permite defender los intereses de los ciudadanos y me siento orgullosa de ser periodista.
Todos los logros que he alcanzado en mi vida periodística no hubieran sido posibles sin contar con el amor y el apoyo de mi familia, integrada por mi esposo Ramón Rivas, nuestros hijos Pavel, Omar y Analí, sus parejas Anabel, Igor y Swayni y mis ocho maravillosos nietos: Estella, Gonzalo, Igor Gael, Vera, Mila, Paulette. Ana Paula y Arlette. Todos ellos me dan las fuerzas para mirar la vida con optimismo y fe.