Santo Domingo.- El ministro
pasó a hablar de la importancia de que el servicio exterior se guíe por metas
claras, que den respuesta a dos necesidades esenciales de lo que es una
diplomacia moderna. Primero, garantizar los derechos de los dominicanos que
viven en el exterior. Y segundo, promocionar el país como destino de
inversiones, de turismo y como socio comercial.
Citando
la necesidad de que el servicio exterior supere "la cultura de la improvisación",
Montalvo explicó que se han identificado 10 metas que harán posible lograr esos
dos objetivos principales.
Estas metas
están relacionadas a la reforma institucional del Ministerio de Relaciones Exteriores
y su Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular
(INESDYC), al fortalecimiento la carrera diplomática, a una mayor asistencia a
la diáspora dominicana, así como al establecimiento de mecanismos efectivos de transparencia
pública, entre otras.
La décima
meta es fortalecer el diálogo y la integración regional y global de la
República Dominicana, especialmente enfocados en
la relación con nuestras naciones hermanas del Caribe y Centroamérica" dijo el Ministro,
en referencia al proceso de integración en el SICA, o los acuerdos
recientemente suscritos con Puerto Rico.
Montalvo
pasó entonces a detallar la forma en la que la integración en el Sistema de
Metas Presidenciales será útil al personal del servicio exterior, facilitándoles
la gestión de cada meta, y manteniéndoles en contacto con el resto de
funcionarios que trabajan por lograr los mismos objetivos.
Montalvo
reconoció que "La
ciudadanía dominicana ha observado, y frecuentemente criticado, la existencia
de una cancillería sobredimensionada en sus recursos pero poco clara en sus
objetivos".
Pero
también señaló que: "Tenemos la oportunidad de demostrar que la diplomacia
puede traer beneficios reales a nuestra ciudadanía. Y con ello, que los
diplomáticos y diplomáticas se ganen la confianza y el respeto de nuestra gente".