La presidencia azerí de la COP29 propone que los países ricos aporten 250.000 millones de dólares anuales para 2035 al mundo en desarrollo, como parte de un objetivo total de 1,3 billones. La propuesta ha generado reacciones mixtas, con algunos países desarrollados satisfechos y otros, como los del Pacífico, criticándola por insuficiente.