Desde mediados de los años noventa (90s). Si mi memoria no me falla. Llamaba mi atención esta marca, creada en Santiago por manos nacidas y criadas en Gurabo, de las manos de una de las parejas que más aprecio y respeto en el gremio profesional de la moda: Persio Abreu y Alba Luz Díaz de Abreu, mis amigos, a los cuales he visto crecer y desarrollarse en un medio difícil, donde no existen términos medios, para lograr producir con resultados excelentes, una marca local pero con alas Internacionales y sueños visionarios, que aunque la materia prima es importada, sale nueva vez convertida en piezas de acabado perfecto y fina factura, de óptima calidad.