A medida que la NBA avanza en sus próximos pasos después de la extraordinaria decisión de los Milwaukee Bucks de no jugar su partido de playoffs contra el Orlando Magic el miércoles por problemas de justicia social, lo que provocó la cancelación de partidos en múltiples deportes profesionales, ha surgido una figura reconocible como un intermediario entre los jugadores de la NBA y los dueños: Michael Jordan.