Washington.- La rebaja del castigo arancelario supondrá que prácticamente todos los socios comerciales de EE.UU., incluida la Unión Europea (UE), serán penalizados a partir de hoy y durante los próximos tres meses solo con un arancel «reducido» del 10 %, el mismo que comenzó a aplicarse el pasado sábado.
Lo anunció en su red Truth Social, donde horas antes, tras cuatro días consecutivos de pérdidas en la bolsa de Wall Street, había animado a los inversores con un escueto mensaje que decía en mayúsculas que «ESs un gran momento para comprar».
El líder republicano dijo haber basado su decisión en que más de 75 países se habían puesto en contacto con su Administración para negociar. El martes se mofó de ellos asegurando que le estaban «besando el culo» y hoy justificó el paso tomado señalando que la gente se estaba «asustando un poco».
El 2 de abril, jornada que Trump bautizó como ‘Día de la liberación’, el republicano anunció aranceles generalizados del 10 % -que se activaron el sábado- para todos los países con los que comercia y volúmenes adicionales -que se habían aplicado hoy- para la socios que más exportan a EE.UU. y con los que la primera economía mundial tiene mayor déficit.
En el caso, por ejemplo, de la Unión Europea (UE), el volumen adicional hizo que sus gravámenes pasaran hoy del 10 % al 20 %, una medida que solo duró pocas horas y que ejemplifica el caos orquestado desde la Casa Blanca por el magnate neoyorquino.
Su órdago duró menos de una semana, ya que después de que buena parte de su equipo asegurara que los aranceles «no eran negociables», y con los mercados prologando su caída libre, Trump decidió hoy recular, excusándose en que «hay que tener flexibilidad».
«Podría decir: ‘Aquí hay un muro y lo voy a atravesar, pero tú no puedes atravesarlo’. A veces hay que pasar por debajo, rodearlo o saltarlo», argumentó.
La UE en concreto fue incluida en la exención de los aranceles más elevados por no haber tomado represalias ante los anunciados del 2 de abril, explicó a EFE un alto funcionario estadounidense.
Justo este miércoles, los Estados miembros de la UE dieron luz verde a medidas para responder a los aranceles de Trump, aunque no a los más recientes, sino a los del 25 % sobre todas las importaciones de acero y aluminio que el mandatario impuso el 12 de marzo.
México y Canadá habían quedado exentos del gravamen del 10 % de principios de abril, y aunque el secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró hoy que los dos pasaban a estar incluidos en la lista de los sometidos al mismo, la Casa Blanca rectificó después y los excluyó.
China, en cambio, se mantiene como la principal perjudicada ante la «falta de respeto» que según Trump ha mostrado a los mercados. El país asiático estaba sometido desde hoy a un gravamen del 104 % y había activado aranceles para igualar dicho porcentaje, que Washington subió después al 125 %.
Según Trump, su política de imposición de aranceles era algo que «debía hacerse» porque la situación «no era sostenible».
«Me honra haberlo hecho», dijo este miércoles en la Casa Blanca, donde añadió que tiene intención de alcanzar un pacto con Pekín y con «cada uno» de sus demás socios comerciales, pero advirtió de que «deberán ser acuerdos justos».
Washington, apuntó, no quiere «perjudicar a países que no necesitan ser perjudicados». «Todos quieren negociar. Queremos cuidar de ellos, pero debemos cuidar de nuestro país», dijo en un acto posterior, donde subrayó que no teme represalias de China.
La reacción de los mercados a su cambio de opinión fue inmediata. Wall Street se disparó con subidas de entre el 6 y el 8 % y el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió un 4,65 % y superó los 62 dólares el barril.
El mercado de bonos también mostró signos de mejora después de que los bonos del Tesoro a diez años —considerados un refugio seguro en momentos de inestabilidad financiera— sufrieran una fuerte caída a primera hora del día, lo que había reavivado los temores sobre la fragilidad del mayor mercado de deuda del mundo.