Santo Domingo.- La Semana Santa en la República Dominicana es un periodo cargado de fe, reflexión y profundas tradiciones culturales que se viven intensamente en todo el país. Esta celebración cristiana, que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, une a los dominicanos en una mezcla de espiritualidad, gastronomía típica, visitas a templos religiosos y viajes a destinos turísticos y devocionales.
En todo el país, las procesiones católicas toman un rol protagónico durante la Semana Santa. Estas representaciones de la Pasión de Cristo se realizan principalmente el Jueves y Viernes Santo, siendo encabezadas por sacerdotes, cofradías y feligreses que recorren las calles con imágenes de Jesús y la Virgen María. Algunas de las procesiones más emblemáticas se llevan a cabo en ciudades como Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y La Vega, donde la devoción se manifiesta con solemnidad y respeto.
Turismo Interno y Reuniones Familiares: La Semana Santa como Tiempo de Conexión
Otra tradición destacada es el recorrido de los Siete Templos, llevado a cabo el Jueves Santo. Durante este ritual, los fieles visitan siete iglesias en una sola jornada, simbolizando el acompañamiento de Jesús en su camino hacia la crucifixión. En Santo Domingo, iglesias históricas como la Catedral Primada de América, la Iglesia Las Mercedes, Regina Angelorum y Santa Bárbara son puntos clave para los creyentes.
La dieta de los dominicanos durante la Semana Santa se adapta a los preceptos religiosos de la Cuaresma, que prohíben el consumo de carne roja, especialmente el Viernes Santo. En su lugar, se disfrutan platos tradicionales como el bacalao guisado, bollitos de yuca, arepas, arroz con habichuelas y, sobre todo, el plato estrella: las habichuelas con dulce. Este icónico postre, elaborado con habichuelas rojas, leche, azúcar, canela, pasas y galletitas dulces, es un símbolo culinario de esta celebración.
Además del aspecto religioso, muchos dominicanos aprovechan estos días para realizar turismo interno, con un enfoque familiar y tranquilo. Destinos populares incluyen playas como Boca Chica, Bayahíbe, Punta Cana, Las Terrenas, Puerto Plata y Samaná, así como zonas montañosas como Jarabacoa y Constanza, ideales para quienes buscan un ambiente más fresco y relajado.
Por otro lado, algunos prefieren peregrinar a lugares sagrados como el Santuario de la Virgen de La Altagracia en Higüey, donde acuden a orar y agradecer favores recibidos.
La Semana Santa también es un momento de reunión familiar. Muchas familias se juntan en sus hogares para compartir comidas tradicionales, reflexionar y mantener viva la herencia cultural y espiritual que caracteriza esta época.
La Semana Santa dominicana es una muestra viva de la riqueza cultural y espiritual del país. Entre la fe, el sabor y la tradición, esta celebración continúa siendo uno de los momentos más significativos del calendario nacional, donde se entrelazan devoción y costumbres que pasan de generación en generación.