Punto de mira

La Revolución de Abril de 1965: El grito por la democracia en República Dominicana

La Revolución de Abril 1965. (Foto: Fuente externa).
Henry Arvelo | Jueves 24 de abril de 2025
La Revolución de Abril de 1965 en República Dominicana buscó restaurar al presidente derrocado Juan Bosch, transformándose en una lucha por la soberanía y la democracia. A pesar de la intervención estadounidense y la eventual derrota, el movimiento dejó un legado de resistencia y aspiraciones democráticas en el país.

Santo Domingo.- Hace 60 años, República Dominicana fue sacudida por una de las revueltas populares y militares más significativas de su historia: la Revolución de Abril de 1965. Lo que comenzó como un movimiento para restituir al presidente derrocado Juan Bosch, terminó convirtiéndose en una lucha por la soberanía nacional, la justicia social y la democracia en el país.

Tras el derrocamiento del presidente Juan Bosch en septiembre de 1963, a solo siete meses de asumir el poder democráticamente, la nación quedó bajo un gobierno militar encabezado por el Triunvirato. Esta situación generó descontento en amplios sectores de la sociedad dominicana, que veían en Bosch una esperanza de cambio y modernización institucional.

El 24 de abril de 1965, un grupo de militares constitucionalistas, liderados por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, se alzó en armas para exigir la reposición de Bosch. Lo que parecía ser un golpe militar más en la historia dominicana, pronto recibió el respaldo de miles de ciudadanos que salieron a las calles en defensa del retorno a la constitucionalidad.

Una revolución popular
Los combates se concentraron en la ciudad de Santo Domingo, especialmente en el área conocida como la “Zona Colonial” y sectores aledaños. Hombres, mujeres y jóvenes se unieron a los constitucionalistas. El movimiento ganó rápidamente fuerza y simpatía popular, al punto de que, por un breve período, logró hacerse con el control de gran parte de la capital.

La consigna “¡Viva la Constitución del 63!” se convirtió en el grito de guerra de quienes reclamaban el retorno al orden democrático y la salida del régimen impuesto por la élite militar.

La intervención estadounidense

El 28 de abril de 1965, en plena efervescencia revolucionaria, el gobierno de los Estados Unidos, temiendo una posible “segunda Cuba” en el Caribe, ordenó la intervención militar. Más de 40,000 marines desembarcaron en la isla en lo que fue una de las intervenciones más controvertidas de la Guerra Fría en América Latina.

La ocupación tuvo como pretexto la protección de ciudadanos estadounidenses, pero fue vista por muchos como una acción directa para frenar el avance de las ideas progresistas en la región. A pesar de la ocupación, los enfrentamientos continuaron por semanas.

La Revolución de Abril culminó en septiembre de 1965 con la firma del Acta de Reconciliación, mediada por la Organización de Estados Americanos (OEA), y la creación de un gobierno provisional que abrió paso a nuevas elecciones en 1966, ganadas por Joaquín Balaguer.

Aunque el movimiento no logró su objetivo inmediato de restaurar a Bosch en el poder, marcó un hito en la historia política dominicana. La figura de Caamaño se convirtió en un símbolo de resistencia y patriotismo. Hoy, seis décadas después, su legado sigue inspirando a generaciones que luchan por una nación más justa y democrática.

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