EFE | Viernes 20 de septiembre de 2013
Prince
Royce confesó que su sueño de ser artista estaba lejos de la fama y la riqueza,
y que en sus inicios estableció que su misión era demostrar cómo un hispano
puede tener éxito en Estados Unidos y ser bandera de la cultura latina. Esta
meta nació en el barrio de El Bronx, en Nueva York, donde el joven cantante de
padres dominicanos formó su estilo urbano, su pasión de cantar en
"spanglish" y contagiar su alegría al ritmo de la bachata.
"Represento
a Nueva York, represento a El Bronx, represento a la República Dominicana.
Siempre tengo esto en cuenta", dijo el artista, de 24 años, en una
entrevista a Efe en Miami.
Con este objetivo en mente, Geoffrey Royce Rojas, su
verdadero nombre, se dijo que su camino necesitaría altas dosis de atrevimiento
y trabajo. "Cada vez que me gano un premio o una canción llega número uno,
reconozco que no es solo un premio; se trata de motivar a jóvenes como yo a
apreciar nuestra cultura como la aprecio yo", opinó el artista.
Para este intérprete de bachata
moderna, su objetivo está logrando reunir a los hispanos en un mismo espacio. "Lo
hago cuando fusiono sonidos como el mariachi en la canción 'Incondicional' y
ahora lo hago con el reggae en mi nuevo sencillo 'Darte un Beso'", que
pertenece a su tercera producción, "Soy el mismo", que lanzará el
próximo 8 de octubre.
Hijo de un taxista y una estilista, sus recursos fueron
explotar su creatividad en escribir poesías y canciones, participar en el coro
de su escuela y concursos de talento, vender celulares para grabar sus demos y
regalarlos en CDs durante eventos como el popular Desfile Dominicano en Nueva
York.
Y gracias a las redes sociales como Myspace logró llegar a los oídos del
galardonado productor Sergio George, quien lo firmó bajo su disquera Top Stop
Music y lanzó su primer álbum, "Prince Royce" (2010). Su debut
conquistó los medios y sus temas "Stand by me" y "Corazón sin
cara" se convirtieron rápidamente en éxitos radiales. Esto lo llevó a ser
visto como el nuevo fenómeno de la juventud y la nueva estrella en la industria
de la música Latina.
Si bien reconoció que crear canciones es lo único que le
gustaría hacer entiende que sin "la madurez que hay que adoptar para
afrontar este negocio" sería imposible transmitir su mensaje. "Han
pasado tres años desde mi debut, y hemos trabajado tanto y han pasado tantas
cosas en tan poco tiempo que, a veces, no me lo creo", dijo.
Durante este
tiempo tuvo que aprender a "cuidar lo que ahora es una franquicia"
mientras intenta seguir siendo el mismo que "juega videojuegos" y
disfruta de las barbacoas familiares y "correr en bicicleta".
Al
buscar constantemente un balance entre su pasión hecha una profesión y
disfrutar las actividades de un joven de su edad, Prince Royce explicó que esto
le ayuda a agradecer a Dios por lo que vive y mantener "los pies en la
tierra". Esta filosofía de vida le ofrece además la oportunidad de
"seguir conectado con la energía del principio", como cuando comparte
con seguidores y sus colegas de escenario.
En este sentido, recordó el
encuentro con una seguidora que le mostró uno de aquellos CDs que regalaba en
las calles de El Bronx y una participación, cuando tenía 18 años, en el
programa de Sábado Gigante en el que imitó a Wisin y Yandel. "Estuve con
ellos la semana pasada trabajando en algo y en ese momento pensé en el pasado,
en el concurso de imitación. Es increíble cómo funciona la vida",
rememoró. Ese momento le confirmó que "la vida da muchas vueltas y que
todo si es posible con mucho trabajo, un poquito de fe y un poquito de
suerte", apuntó.
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