EFE | Lunes 30 de septiembre de 2013
El
delantero sueco Zlatan Ibrahimovic ha vuelto a cargar contra el entrenador
español Pep Guardiola por el trato que recibió en el Barcelona: "Es un
fantástico entrenador. Pero ¿cómo persona? Es un cobarde. No es un
hombre", dice en una entrevista que publicó ayer el semanario alemán Der
Spiegel. Según
el relato de Ibrahimovic, que deja claro que Messi es un futbolista
"brillante", él había conseguido marcar más goles que el argentino,
pero éste se quejó a Guardiola y eso supuso un problema, porque "Messi era
su estrella".
Ibrahimovic,
actual jugador del París Saint Germain, repasa en la entrevista los motivo de
su salida del Barcelona y su polémica relación con Guardiola, quien, dice,
"no tiene huevos".
"Me sacrificó por Lionel Messi y no tuvo el
valor de decírmelo", apunta. El sueco recrimina a Guardiola que nunca le
explicara por qué le sentaba en el banquillo y asegura que no tiene nada contra
sus excompañeros del Barcelona, aunque cuestiona su actitud en el vestuario:
"Siempre asentían cuando Guardiola decía algo. Como colegiales delante del
maestro".
Ibrahimovic, que había jugado en el Inter a las órdenes de Jose
Mourinho, compara a ambos entrenadores y Guardiola no sale bien parado. "Mourinho
no necesita jugar un papel. El otro quiere ser perfecto. Tiger Woods también
quería ser perfecto. ¿Y qué pasó? Pues lo mismo con Guardiola. Todo el mundo
tiene un lado oscuro", señala.
Confiesa que "habría dado la
vida" por el portugués y elogia su inteligencia y su capacidad de motivar
a los jugadores frente al "discurso filosófico" de Guardiola,
"una mierda para los avanzados". "Mourinho", continúa,
"es capaz de lidiar con las diferentes personalidades y siempre ha asumido
retos difíciles, como ahora el Chelsea, mientras que Guardiola los evita".
"¿Por qué ha elegido el Bayern Múnich? Porque es un equipo que funciona también
sin él. Era completo. Ha llevado a nuevos jugadores, pero no los
necesita", apunta. Preguntado sobre si se imagina jugando un día en la
Bundesliga, reconoce que el Bayern sería un destino de primera categoría, pero,
"naturalmente, cuando se vaya Guardiola", precisa.
Sobre las
millonarias sumas que mueve el negocio del fútbol, con el fichaje del galés
Gareth Bale como máximo exponente, recuerda que el Barcelona pagó por él 76
millones de euros. "No valía esa suma. ¿Cien millones por Bale? Tampoco.
El sistema está enfermo. Los contratos que firmamos son una locura. Ningún jugador
vale ese dinero", afirma.
En la entrevista, el delantero sueco de origen
bosnio rememorar su infancia en una barriada de Malmö, las bicis que robaba
para ir a jugar al fútbol y las estrecheces familiares.
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