EFE | Miércoles 19 de junio de 2013
Tomar
antihistamínicos para contrarrestar las náuseas matutinas severas o el malestar
conocido comúnmente como "morning sickness" durante el embarazo
podría traer consecuencias adversas, de acuerdo con un reciente estudio.
La investigación
de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, en inglés), que fue
publicada en la edición de junio del European Journal of Obstetrics and
Gynecology and Reproductive Biology, encontró que las mujeres que toman
antihistamínicos para ayudarse a dormir mientras padecen este tipo de náuseas
tienen un riesgo bastante más alto de experimentar nacimientos prematuros y
bebés con peso bajo.
Esta condición es conocida como hiperemesis gravídica (HG).
"Las mujeres y sus médicos deben estar al tanto del riesgo de
consecuencias negativas cuando deciden sobre cuál medicamento tomar para tratar
los síntomas", declaró Marlena Fejzo, investigadora de UCLA y autora del
estudio que por primera vez vincula el uso de antihistamínicos a consecuencias
negativas en el embarazo.
De acuerdo con la autora, los hallazgos del informe,
brindan información importante para disminuir los nacimientos prematuros y los
riesgos que estos conllevan. "Fue sorprendente encontrar un vínculo entre
los antihistamínicos y las consecuencias adversas, ya que estos son
medicamentos vendidos sin receta médica usados comúnmente por mujeres con HG en
el embarazo", indicó la investigadora, que padeció esta condición durante
su primer embarazo.
El padecimiento severo de náuseas durante el embarazo puede
llegar a ser tan fuerte que algunas mujeres en el estudio reportaron haber
sufrido de desprendimientos de retina, tímpanos reventados, costillas rotas y
esófagos rasgados. El estudio, que duró seis años, comparó las consecuencias en
los embarazos de 254 mujeres con HG que estuvieron tan enfermas que requirieron
tratamiento por deshidratación, con 308 mujeres que tuvieron náuseas normales o
no las padecieron durante el embarazo y encontró que las que tuvieron HG tenían
hasta cuatro veces más riesgos de sufrir consecuencias adversas.
Fejzo comparó
además dos grupos de mujeres que padecieron HG durante el embarazo, uno que
tuvo resultados adversos y otro que no, y analizó más de 35 medicamentos
comúnmente utilizados para tratar la condición. La investigadora encontró que
al menos el 50 por ciento de las embarazadas con HG que tomaron antihistamínicos
experimentaron problemas. "Nuestros hallazgos muestran no sólo que el uso
de antihistamínicos está vinculado a resultados adversos, sino que también no
son tan efectivos. Las mujeres con HG deben de estar al tanto de esto para que
puedan tomar mejores decisiones sobre cómo tratar sus síntomas del HG",
aseveró la investigadora.
De acuerdo con el informe, esta condición es
diagnosticada en 0,2 a 2 por ciento de las mujeres embarazadas, y si bien se
desconocen las causas exactas existen ciertos factores de riesgo al haberla
padecido en embarazos anteriores. "El mayor factor de riesgo para padecer
de HG además de haber tenido HG en un embarazo anterior es tener una hermana
que haya tenido HG, lo que aumenta el riesgo lo que sugiere que hay un
componente genético", indicó la autora del estudio que fue financiado por
Hyperemesis Education and Research Foundation.
La autora destacó la necesidad
de llevar a cabo más investigaciones sobre la condición para encontrar sus
causas y que se puedan desarrollar medicamentos diseñados específicamente para
tratarla. Actualmente, Fejzo y su equipo recolectan muestras de saliva de
mujeres con HG y de mujeres con embarazos normales para analizar su composición
genética y saber si existe algún gen que predispone a ciertas mujeres a padecer
de HG. Los investigadores llevan a cabo además un estudio en mujeres
embarazadas que padecen de HG para determinar si las náuseas violentas y vómito
tienen algún efecto en el futuro de los bebés.
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