Los Heat buscan el bicampeonato y los Spurs su quinto título
sin derrotas en las finales
EFE | Jueves 20 de junio de 2013
Algo
más económico para los que quieran ver el último partido de esta temporada se
puede encontrar en la web oficial de reventa de la NBA, donde la entrada más
barata era de 479 dólares, mientras que la más cara ascendía a 9.698 dólares y
está situada en primera fila de la grada lateral de la cancha, frente al
banquillo visitante.
El
séptimo partido de la final de la NBA entre Miami Heat y San Antonio Spurs de
mañana, jueves, está despertando un gran interés en la ciudad, lo que ha
llevado a que la reventa de entradas se haya disparado y llegue hoy a casi
59.000 dólares.
En la web StubHub, dedicada a la compraventa de entradas de
actos deportivos y artísticos, hay disponibles todavía más de 2.000 entradas en
reventa, siendo las más caras dos que se venden a 58.825 y que están situadas
en primera línea, justo entre la mesa de marcadores y los banquillos de los
equipos.
En la misma fila de asientos pero al otro lado de la cancha la única
opción disponible son cuatro entradas a 35.295 dólares cada una. Las entradas
vendidas por Miami Heat directamente están agotadas, por lo que los que quieran
ver en directo el enfrentamiento entre el denominado "Big Three" de
Miami, comandado por el mejor jugador del momento, LeBron James, junto a Dwyane
Wade y Chris Bosh, y los Spurs, liderados por Tim Duncan, Tony Parker y Manu
Ginobili, tendrán que pasar por la reventa.
Miami vive estos días con gran
emoción el desempeño de su equipo y se ve a numerosas personas luciendo la
camiseta del campeón de la NBA, así como banderas del equipo en multitud de
automóviles. En la noche de ayer, restaurantes, cafeterías y terrazas
encendieron sus televisores para sintonizar el emocionante duelo en el que el
conjunto local ganó 103-100, tras forzar la prórroga con un triple en los
últimos segundos del escolta Ray Allen.
La afición local temía que se repitiese
el esquema de la final de la temporada 2010-2011, en la que Dallas Mavericks
llegó a Miami en el sexto partido con ventaja (3-2) y cerró la final con una
victoria en cancha rival que dejó muda a la ciudad.
El título no se le escapó a
LeBron James un año después y Miami derrotó con cierta facilidad a los Thunder
de Oklahoma por 4-1. Este año las cosas volvieron a ponerse complicadas para
los Heat, pero después de superar el escollo del martes, y a pesar de lo caro
de las entradas que restan por venderse, se espera que el American Airlines
Arena vuelva a estar lleno y sus gradas luzcan el blanco de los Miami Heat.
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