La
denuncia la hacen las organizaciones Amnistía Internacional, FundiPau,
Greenpeace e Intermón Oxfam.
EFE | Miércoles 26 de junio de 2013
Las
ONGs denuncian que las ventas se realizaron en un contexto de "clara
tensión" entre las limitaciones que establece la Ley sobre el control del
comercio exterior de material de defensa y de doble uso, y la voluntad del
Gobierno de incrementar las ventas al exterior.
Las
autorizaciones de ventas de armas españolas superaron los 8.000 millones de
euros en 2012, un 150 por ciento más que el año anterior, según un informe de
las organizaciones Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace e Intermón Oxfam,
que alerta sobre operaciones "preocupantes" con al menos diez países.
Estas organizaciones han presentado hoy el informe "La crisis económica no
afecta a las exportaciones de armas españolas", en el que se analizan los
datos de autorizaciones y exportación de armas, que no coinciden con el informe
anual dado a conocer el pasado 5 de junio en el Congreso por el secretario de
Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. Según las ONGs, las ventas de armas
españolas cayeron en un 13,6 por ciento respecto al año anterior y las
exportaciones ascendieron en 2012 a más de 2.200 millones de euros.
El informe
oficial de Comercio señala que España exportó armamento el pasado año por un
valor de 1.953,5 millones de euros, un 19,6 por ciento menos que en 2011, y
concreta que las exportaciones realizadas supusieron un 25,4 por ciento de lo
autorizado, que ascendió a 7.694,5 millones de euros. En este sentido lamentan
que "el objetivo del Ejecutivo, expresado de forma explícita por su titular
de Defensa, Pedro Morenés, es apoyar la industria armamentística para exportar
más armas".
Las ONGs expresan su preocupación ante el posible
levantamiento parcial del embargo europeo de la venta de armas a Siria y piden
a España asegurar que cualquier transferencia cumple con los criterios del
artículo 8 de la Ley española y los del Tratado sobre Comercio de Armas que firmó
en Nueva York el 3 de junio. Advierten de "ventas preocupantes",
entre ellas a países como Francia, implicado en la ofensiva militar en Mali, y
las realizadas en el norte de África y Oriente Próximo.
También apuntan que los
materiales destinados a Bahrein, Egipto y Arabia Saudí corren el riesgo de ser
usados para cometer violaciones de los derechos humanos. Otro asunto que
preocupa a las ONGs es la posible venta de 250 carros de combate Leopard a
Arabia Saudí, a lo que hay que sumar los más de 21 millones de euros en
armamento y municiones enviados a este país en 2012.
"Nos preocupa que con
esta política del Gobierno se relajen los controles", señala María del
Pozo, de Amnistía Internacional, mientras Mario Rodríguez, director de
Greenpeace, afirma que "la industria militar española está sufriendo una
caída de ventas en el mercado nacional debido a los recortes del Gobierno en
nuevas compras".
"La deuda histórica acumulada por el Gobierno con
varias empresas españolas de material de defensa es la causa principal de esta
disminución en las adquisiciones", añade Jordi Armadans, director de
FundiPau. Para Francisco Yermo, de Intermón Oxfam. "dar prioridad a las
ventas a cualquier precio incrementa el riesgo de que se relajen los criterios
de control de las exportaciones".
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