La
Constitución brasileña reserva al Parlamento la convocatoria de un plebiscito
así como la definición de su forma y contenido
EFE | Miércoles 03 de julio de 2013
"En
las últimas semanas, millones de brasileños salieron a las calles para reivindicar
mejores servicios públicos en el transporte, la salud y la educación, el
combate a la corrupción y cambios en el sistema de representación
política", dice el mensaje dirigido por Rousseff al Parlamento.
La
presidenta brasileña, Dilma Rousseff, solicitó hoy al Congreso que convoque un
plebiscito para la reforma política que exigen los "indignados", la
cual desea que sea aprobada en tres meses y tenga validez en las elecciones de
2014, pese a que en las Cámaras no hay consenso sobre el asunto.
La solicitud fue entregada por el
vicepresidente, Michel Temer, y el ministro de Justicia, José Eduardo Cardoso,
un día después de que la propia Rousseff, tras una reunión con su gabinete,
expresó el deseo de que "toda esa energía que viene de las manifestaciones
tenga algún efecto sobre las elecciones" del año próximo.
La Constitución
brasileña reserva al Parlamento la convocatoria de un plebiscito así como la
definición de su forma y contenido. Además, dice que toda alteración de una
norma electoral debe ser aprobada por las Cámaras un año antes de los comicios,
por lo que la reforma política sólo valdría en las elecciones de octubre de
2014 si es sancionada por el Parlamento en los próximos tres meses.
Para lograr
ese objetivo el tiempo apremia, pues la justicia electoral dijo hoy que, para
organizar la consulta, necesitará un plazo de 70 días a partir del momento en
que sea convocada. Rousseff ha propuesto para el plebiscito cinco grandes
puntos que deberán ser debatidos por el Congreso a fin de redactar las preguntas
que serían hechas a la sociedad, eso siempre y cuando el Legislativo decida
convocar la consulta.
Según la mandataria, se deberían abordar la financiación
de campañas, el sistema electoral, las suplencias de parlamentarios, las
coaliciones partidarias y el voto secreto en las Cámaras. Sobre el primer
punto, ha sugerido consultar a la sociedad sobre si la financiación de los
partidos y sus campañas debe ser solamente pública, privada o, como ocurre
actualmente, mixta.
En relación al sistema electoral, la consulta sería sobre
si se debe mantener o no el actual régimen de representación proporcional en
las Cámaras, mediante el cual los escaños se distribuyen en función de los
votos recibidos por cada partido político.
La tercera propuesta apunta a que se
pregunte a los electores si se deben mantener los suplentes de diputados y
senadores, que sólo asumen sus escaños en los casos en que el titular renuncia,
se toma una licencia, es destituido o fallece. Rousseff también ha sugerido que
en el plebiscito se plantee una nueva reglamentación de las coaliciones
partidarias y se pregunte si se debe eliminar el voto secreto en las decisiones
parlamentarias.
En el Congreso, los partidos están divididos sobre la necesidad
de convocar un plebiscito para una reforma política que se debate en las
Cámaras desde hace unos quince años, sin ningún avance. La minoritaria
oposición ya declaró que rechaza el plebiscito y llegó a tildarlo de
"populista".
El senador Aecio Neves, casi seguro candidato presidencial
del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) para 2014, dijo que el
plebiscito no sería más que una "maniobra para distraer" a la
sociedad y "ocultar la incapacidad del Gobierno" para dar respuesta a
las demandas de las manifestaciones por "un país mejor".
Los partidos
de la mayoritaria base oficialista, por su parte, se debaten entre acelerar el
trámite, como desea Rousseff, o darle largas para que la reforma solo valga en
las elecciones de 2018. El jefe del oficialista Partido del Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB, centro derecha) en la Cámara baja, Eduardo Cunha,
ha adelantado que no se opondría a un plebiscito, pero sí a que se pretenda que
la reforma política se apruebe antes de octubre, pues "no habrá tiempo
suficiente para el trámite y el debate".
El presidente de la Cámara de
Diputados, Henrique Eduardo Alves, también del PMDB, dijo que acogerá la
propuesta de Rousseff, pero no dio garantías de que será aprobada. "No sé
si ese plebiscito va a avanzar. Dependerá de una discusión que comenzará en la
cámara, en la que será escuchado cada uno de los partidos", declaró Alves.
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