EFE | Jueves 04 de julio de 2013
El
estudio, que ha sido publicado hoy en la revista "Nature", ha
comprobado que los genomas de una pareja de orangutanes, por ejemplo, difieren
en más de dos por cada mil parejas de bases genéticas, en contraste con solo
una de cada mil parejas de diferencia entre dos seres humanos.
Un
estudio coordinado por investigadores del Instituto de Biología Evolutiva de
Barcelona ha constatado, por primera vez, que hay más diferencias genéticas
entre las reducidas poblaciones de grandes simios que entre los 8.000 millones
de seres humanos que pueblan la Tierra.
El trabajo, que es fruto de una
colaboración internacional entre centros de diversos países, ha sido dirigido
desde el Instituto de Biología Evolutiva (Universidad Pompeu Fabra UPF-CSIC)
por el investigador de biología evolutiva Tomàs Marquès Bonet, en colaboración
principalmente con la Universidad de Washington (Seattle-EEUU).
Según ha
explicado a Efe Tomàs Marquès, a pesar de que físicamente parece haber más
diversidad física en la especie humana que entre individuos de las especies de
grandes simios, han hallado que "los genomas humanos muestran una
variabilidad muy reducida en comparación con el genoma de la mayoría de los
grandes simios".
Los resultados del trabajo, el mayor estudio comparativo
sobre el genoma de los simios, servirán para entender mejor la evolución de las
especies de primates, pero también para identificar el origen de los ejemplares
víctimas de la caza y el comercio furtivos y mejorar los programas de cría en
cautividad.
Según ha dicho a Efe el coautor del estudio, Javier Prado-Martínez,
esta reducción en la diversidad genética es normalmente el resultado de un
proceso llamado 'cuello de botella', que consiste en un descenso drástico del
número de individuos de la población en el pasado.
Este estudio supone un
análisis muy detallado de la diversidad genética de los grandes simios
-chimpancés, gorilas y orangutanes-, que componen el grupo de especies vivas
más próximas a los seres humanos. Hasta ahora se habían hecho más progresos en
el estudio del genoma mediante la secuenciación de individuos humanos, pero se
había dejado de lado a los primates, sobre todo por las dificultades para
obtener muestras de estas especies en peligro de extinción.
La colaboración con
grupos conservacionistas ha permitido trabajar con material genético de
primates salvajes, lo que ha hecho posible secuenciar, por primera vez, los
genomas de un gran número de individuos de las seis especies de grandes simios
de África y de Asia suroriental. "La obtención de este material genético
es muy relevante debido a la rápida disminución de las poblaciones de simios en
todo el mundo y podría ayudar a mejorar la gestión de los simios en libertad,
así como de las poblaciones en cautividad", ha dicho Marquès.
La mayor
variedad genética de algunos primates los convierte en una mejor fuente para
estudiar la variabilidad del genoma que los seres humanos, según ha declarado
el director del estudio. "Al mismo tiempo, podemos aprender más sobre
nuestra historia genética, ya que con algunos simios, como los chimpancés,
compartimos un antepasado común relativamente reciente, que vivió hace seis
millones de años", ha añadido el doctor en Biología.
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