EFE | Viernes 05 de julio de 2013
"Se
ha ido el embajador de Estados Unidos, se ha ido la DEA, seguramente hay (de
la) CIA infiltrados por aquí y por allá para hacer espionaje. Ojalá haya mayor
madurez. A mí no me temblaría la mano para cerrar la embajada de Estados
Unidos", manifestó.
El
presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que no "le temblaría la
mano" para cerrar la Embajada de Estados Unidos en La Paz, después de
haber expulsado a su embajador, a la agencia antidroga DEA y la agencia de
cooperación Usaid.
El mandatario habló del asunto durante un discurso en un
acto ante los movimientos sociales e indígenas que le respaldan y en el que le
acompañaron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Nicolás
Maduro, en la ciudad boliviana de Cochabamba.
Morales dijo que estudiará los
mensajes que ha recibido de sus partidarios para "si fuera necesario,
cerrar la Embajada de Estados Unidos en Bolivia", al considerar que este
país fue responsable de los problemas que atravesó su avión en Europa el
martes. "No necesitamos Embajada de Estados Unidos en Bolivia. No
necesitamos so pretexto de cooperación, de relación diplomática, que vengan a
conspirar desde adentro, desde afuera", sostuvo Morales.
El mandatario
boliviano también subrayó que su país está mejor en lo político sin la
presencia del embajador norteamericano, en alusión a la expulsión del
diplomático Philip Golberg en 2008. Morales, Correa, Maduro, la presidenta de
Argentina, Cristina Fernández, y los de Uruguay, José Mujica, y Surinam, Desiré
Bouterse, se reúnen este jueves en Cochabamba para analizar el conflicto con la
aeronave presidencial del mandatario boliviano.
El avión de Morales, que
retornaba el martes de Rusia a Bolivia, no pudo sobrevolar ni aterrizar en
algunos países europeos por la sospecha de que a bordo iba el exanalista de la
CIA Edward Snowden, reclamado por Estados Unidos por revelar operaciones de
espionaje. Morales ha acusado a Francia, Italia, Portugal y a España de haber
puesto trabas a su itinerario por esa sospecha y ha llegado a considerar que
fue un trato discriminatorio y un "secuestro" porque no pudo volver a
su país según una ruta aprobada previamente.
Los países señalados han dado
explicaciones, disculpas o han rechazado, como en el caso de España, que se
haya obstaculizado el viaje de Morales, que el miércoles hizo escala en las
Islas Canarias, tras permanecer casi 14 horas en Viena, y finalmente pudo
volver a su país.
Sin embargo, el gobernante boliviano relató a sus colegas que
el incidente con diplomáticos españoles acreditados en Viena consistió en que
éstos pretendieron revisar su aeronave presidencial cuando estaba varada en el
aeropuerto de la capital austríaca. La intención, según Morales, tenía que ver
con una supuesta desconfianza en su palabra a pesar de que les aseguró que
Snowden no se encontraba en la aeronave presidencial.
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