Entre los brasileños, Maria Suelen Altheman y Beatriz Souza, primera y segunda cabeza de serie en +78 kg; Rafael Silva y David Moura, tercero y cuarto en +100; Larissa Pimenta, tercera en -52; Ketleyn Quadros, tercera en -63; y Eric Takabatake, cuarto en -60, llegan con opciones claras de medalla.
Completan la delegación Rafael Buzacarini y Leonardo Goncalves en -100, Rafael Macedo y Marcelo Gomes en -90, Maria Porterla en -70, Willian Lima en -66, Eduardo Barbosa en -73, Joao Macedo y Guilherme Schmidt en -81, Renan Torres en -60 y Jessica Pereira en -52.
Entre ellos, Takabatake, Lima, Macedo, Buzacarini, Silva, Pimenta, Quadros, Portela y Altheman tienen a día de hoy plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero la clasificación no está cerrada y todos ellos deben asegurarla, en muchos casos en competencia con judokas de su propio país.
Este Grand Slam es puntuable para el ránking olímpico, que se cerrará el 28 de junio de 2021. Se clasifican para Tokio los 18 mejores por peso, con un máximo de uno por país, más un representante japonés si no lo hubiera. También se repartirán unas cuotas adicionales por continente.
La campeona olímpica argentina Paula Pareto, sexta favorita en -48 kg, y su compatriota Lucía Cantero, en -78, ambas clasificadas provisionalmente para Tokio, estarán también en Budapest, lo mismo que Tal Almog en -66. Igualmente viajan para asegurar su cupo olímpico los puertorriqueños María Pérez, séptima cabeza de serie en -70, y Adrián Gandía en -81.
También están clasificados en el actual ránking olímpico y competirán en Hungría los venezolanos Anriquelis Barrios, sexta cabeza de serie en -63 kg, y Karen Leon en -78, y la chilena Mary Dee Vargas en -48. Thomas Briceño, en -100, completará la delegación de Chile. Los peruanos Yuta Galarreta en -90, Alonso Wong en -73 y Juan Postigos en -66, el uruguayo Alain Aprahamian en -81 y el dominicano Wander Mateo en -66 cierran el grupo de judocas iberoamericanos en esta cita que devuelve el judo de élite al calendario internacional.
El Grand Slam de Hungría se disputará de viernes a domingo entre estrictas medidas de seguridad contra la covid-19 que incluyen una limpieza cada hora de los tatamis. Las superficies de competición serán tratadas “con una solución especial, segura para los deportistas pero letal para gérmenes y virus”, según la organización. Todos los participantes deberán presentar a su llegada una prueba negativa de coronavirus y volverán a ser sometidos a control al instalarse en su hotel en Budapest.