El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, dijo hoy que con la muerte del intelectual Mariano Lebrón Saviñón, la República Dominicana pierde a una personalidad exquisita, de quien afirmó, siempre fue de gran utilidad pública y un referente digno de ser emulado por las presentes y futuras generaciones.
En un mensaje Rodríguez, definió a Lebrón Saviñón como una persona de profunda formación y consagración académica, de una sabiduría social singular, que le permitía orientar con sencillez al más común de los ciudadanos sobre los más complejos problemas de la vida.
"En cada acción académica, profesional y literaria, Don Mariano traducía una elevada sensibilidad poco común y eso lo convirtió en un ser emblemático, admirado, querido y respetado por quienes tuvieron el privilegio de tratarlo, ya sea en las aulas o en los círculos intelectuales y literarios", expresó el ministro de Cultura.
Recordó que Lebrón Saviñón fue pediatra, y como tal dedicó parte de su vida al servicio público, dirigiendo desde hospitales hasta dispensarios médicos, dejando allí buenas acciones que son referentes para el servidor público de hoy.
Dijo que en el mundo cultural fue de los fundadores de la agrupación la Poesía Sorprendida, de la Academia Dominicana de Medicina y del Instituto Duartiano, hechos éstos que hablan de sus compromisos con sus creencias y convicciones.
"En Don Mariano, además de su obra de vida, se reconoce la valiosa producción poética y ensayística, la calidad de cada una de sus obras, muy en especial es de estimable valoración su libro Historia de la cultura Dominicana, considerada una de las más ambiciosas en su género en República Dominicana".
El ministro de Cultura expresó que por esos aportes a la sociedad dominicano, Lebrón Saviñón fue objeto de "merecidísimos" reconocimientos como la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Comendador, el Caonabo de Oro en 1988, otorgado por el Estado Dominicano; el premio Vasconcelos, otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista de México (1992), y el Premio Nacional de Literatura (1999), máximo galardón de las letras otorgado en la República Dominicana.
Recordó que Lebrón Saviñón fue el único dominicano en ser el orador del premio Príncipe de Asturias, escogido por el príncipe Felipe de Borbón y Grecia, en reconocimiento a los conocimientos que de la cultura universal era poseedor.