EFE | Domingo 28 de julio de 2013
Todavía
convaleciente, aunque sin peligro, ha recibido a Efe en este centro médico con
el compromiso de "anonimato", sin nombre ni procedencia, ni
fotografías y, menos aún, cámaras de televisión.
Una
de las historias más impactantes entre los supervivientes de uno de los
accidentes ferroviarios más trágicos de España es la de una mujer, ingresada en
el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), que supo que estaba
embarazada cuando se le efectuaron las pruebas médicas.
Pide brevedad, que se
entienda su dolor y desde su habitación dice que esta ha sido una auténtica
tragedia, tan increíble que parece irreal. Pero, desgraciadamente, es verídica.
Recuerda haber estado tendida, en el suelo, después de que el tren Alvia que
cubría la ruta en Madrid y Ferrol descarrilase. A su lado en esas vías, en
Angrois, la llamada 'zona cero', estaba el maquinista, Francisco José Garzón
Amo, del que comenta que, ensangrentado, repetía una y otra vez: "Perdón,
perdón, perdón, perdón..."
En este siniestro han muerto 78 personas, y al
conductor, que permanece en los calabozos de la comisaría central de la Policía
Nacional en Compostela a la espera de pasar mañana a disposición judicial, se
le acusa de homicidio por imprudencia. Esta herida viajaba en el convoy con su
hijo y desconocía que esperaba otro. Nunca olvidará la forma en la que se ha enterado.
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