EFE | Martes 30 de julio de 2013
Tras
la ceremonia, que ha durado una hora, los Príncipes de Asturias, la duquesa de
Lugo, Rajoy y su mujer, Núñez Feijóo, el arzobispo y el alcalde de Santiago,
Angel Currás, han recorrido durante más de veinte minutos los bancos donde
estaban las familias de las víctimas para darles, uno a uno, el pésame.
Santiago
de Compostela ha despedido hoy a las víctimas mortales de la tragedia
ferroviaria del 24 de julio, que se cobró la vida de 79 personas y dejó más de
150 heridos, en un multitudinario y emotivo funeral celebrado en la catedral
compostelana al que han asistido los Príncipes de Asturias.
El presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, la infanta Elena, duquesa de Lugo, once presidentes
autonómicos -entre ellos, el de Galicia- y representantes de las principales
instituciones del Estado han asistido a esta misa junto a familiares de las
víctimas y vecinos de Angrois, el barrio donde se produjo el accidente y cuyos
habitantes fueron los primeros en acudir a ayudar.
Numerosos ciudadanos se han
acercado además al templo para asistir a la misa, haciendo cola desde dos horas
antes, aunque no todos han podido entrar y han seguido la ceremonia desde una
pantalla gigante situada en la plaza de la Quintana, o se han quedado en las
plazas aledañas.
En su homilía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, se ha
dirigido en todo momento a las familias de las víctimas, a quienes ha asegurado
que Galicia y España les "llevan en el corazón" desde que se produjo
el fatal accidente. Barrio, que también ha tenido un recuerdo para las víctimas
del accidente del autocar en Italia, ha recordado cómo en el atardecer del 24,
"un día que se presentaba festivo", la noticia del accidente
ferroviario "sobrecogió" el "alma" de todos.
El arzobispo
ha apelado al valor de la oración para pedir por los fallecidos y la
recuperación de los heridos y para buscar "el consuelo y la
serenidad" para las familias de las víctimas. Las campanas de la catedral
de Santiago han tocado a muerto desde las seis de la tarde hasta el inicio del
funeral, una hora después, y en ese rato, las plazas aledañas al templo se han
llenado de peregrinos, turistas y curiosos para ver llegar a las autoridades.
Además,
una larga fila de gente que quería entrar en la catedral desde la puerta de la
plaza de Platerías atravesaba la plaza contigua, la de la Quintana. Sólo una
parte de estos ciudadanos ha podido entrar y situarse a la derecha del altar.
El lado izquierdo lo ocupaban las autoridades y la nave central los familiares
de las víctimas.
Los Príncipes de Asturias y la duquesa de Lugo han seguido la
misa desde un lugar destacado, delante del altar. Entre las autoridades, en
primera fila se encontraban, por un lado, Rajoy y su mujer, Elvira Fernádez,
junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y el presidente del
Senado, Pío García Escudero. En el otro banco en primera fila se encontraban
los ministros de Interior, Fomento y Justicia, y los presidentes del Tribunal
Supremo y del Tribunal Constitucional.
Presidentes de comunidades como Madrid,
Valencia, País Vasco, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Castilla y León,
Cantabria, La Rioja, Andalucía, y la vicepresidenta de la Generalitat catalana
se encontraban también en los bancos de las autoridades. También estaban el
líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, la defensora del Pueblo, Soledad
Becerril, dos expresidentes de la Xunta -Gerardo Fernández Albor y Emilio Pérez
Touriño- y otros representantes de las altas instituciones del Estado.
Algunos
de los familiares no han podido contener las lágrimas durante estos momentos,
en los que los Príncipes y Doña Elena se han detenido en numerosas ocasiones
para tratar de consolarles. Después, Don Felipe, Doña Letizia y la Infanta han
abandonado la catedral por la puerta del Obradoiro, la misma en la que les han
recibido al llegar el arzobispo y los presidentes del Gobierno y de la Xunta,
entre otras autoridades y que, a la salida, les han despedido.
Por esta puerta,
atravesando el Pórtico de la Gloria, han entrado también al templo los
familiares de las víctimas y los vecinos de Angrois, que han llegado hasta la
misma plaza en varios autobuses. Los comercios y los establecimientos
hosteleros de Santiago han acompañado el luto de esta jornada con banderas de
Galicia con un crespón y velas encendidas en memoria de las víctimas.
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