“El público de ópera ama la voz como instrumento; en cambio para mí es la canción, no el cantante. Aguantan la longitud de una ópera sólo para ver brillar a su divo favorito, esa es la recompensa.
Una ópera tiene lugar en teatro de ópera con una audiencia de ópera, ídem con Broadway. La expectativa de cada audiencia es diferente. Habiéndome criado en Broadway, la agilidad es fundamental. Incluso Carmen, que amo, es demasiado larga, lo mismo sucede con Porgy & Bess, que considero el mejor musical americano asi como la mejor ópera americana. Por eso Wozzeck es mi ópera favorita, nada sobra. No es una sucesión de canciones sino una larga composición integrada.”