Además, la noche del 26 de septiembre 43 estudiantes fueron detenidos por policías corruptos y entregados al cártel Guerreros Unidos, que presuntamente los asesinó e incineró en un municipio vecino a Iguala, una versión en la que no creen los familiares.
"Martín, tu familia te espera", señalaba una de las decenas de pancartas que se vieron en la movilización, que salió de la central de Abasto con rumbo a la plaza principal de Iguala.
Unos mil manifestantes recorrieron la vía donde los jóvenes fueron atacados por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, quien, según la investigación oficial, pensó que los estudiantes buscaban arruinar un acto encabezado por su esposa, María de los Ángeles Pineda.
"Tus armas asesinaron a mis hermanos.
43 vivos los queremos", indicaron los familiares durante la marcha, en la que también participaron estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg).
"Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos", reclamaron los padres, quienes exigieron a las autoridades federales continuar con la búsqueda de sus hijos y dar resultados concretos.
Durante la movilización, un grupo de encapuchados lanzó petardos contra la puerta del 27 Batallón de Infantería el Ejército mexicano, al que critican por no haber intervenido el 26 de septiembre para proteger a los estudiantes.
También se reclamó la salida del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y del gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, quien asumió el cargo a finales de octubre después de que el político Ángel Aguirre renunciara presionado por las protestas generadas por la desaparición de los estudiantes.
Esta tarde está programada en la capital mexicana otra manifestación, también encabezada por algunos de los padres de los 43 jóvenes, para exigir justicia. EFEUSA