"Más
de 46 millones de personas viven en la pobreza, incluyendo 16 millones de niños",
señala una declaración.
EFE | Jueves 15 de agosto de 2013
El
obispo Stephen Blaire sostuvo que a millones de trabajadores "se les niega
el honor y respeto como resultado del desempleo, el subempleo, los salarios
injustos, el robo de salarios, el abuso y la explotación". Indicó también que "los
líderes comerciales con ética y moral saben que es erróneo perseguir ganancias
y éxito a costa de la dignidad de los trabajadores", indicó la
declaración.
Los
obispos católicos en Estados Unidos denunciaron la "creciente discrepancia
en los ingresos de los trabajadores", con una declaración difundida ayer en
vísperas del Día del Trabajo que se celebra en este país el primer lunes de
septiembre.
La declaración fue firmada por el obispo Stephen Blaire, de
Stockton, California, quien preside el Comité sobre Justicia Doméstica y
Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. "Los desequilibrios actuales no son inevitables",
indicó monseñor Blaire.
"Exigen audacia en la promoción de una economía
justa que reduzca la desigualdad con empleos que paguen un salario suficiente
para vivir y comparta con los trabajadores algo de las ganancias de la
compañía". El "robo de
salarios" al cual hizo referencias en la declaración es un problema que
afecta especialmente a los inmigrantes indocumentados que consiguen trabajo por
el día y, al final de la jornada, no reciben paga. Por su situación de inmigración
no tienen a quién recurrir para quejarse.
Añadió que en medio de una
recuperación económica modesta, "más de cuatro millones de personas han
estado desempleadas durante más de seis meses y eso no incluye a los otros
millones que simplemente han perdido la esperanza". "Por cada empleo
disponible, en muchos casos, hay cinco personas desempleadas y subempleadas que
compiten activamente por éste", apuntó Blaire.
"Esta brecha en los
empleos impulsa los salarios hacia abajo. La mitad de los empleos en este país
pagan menos de 27.000 dólares anuales. Más de 46 millones de personas viven en
la pobreza, incluyendo 16 millones de niños", indicó el obispo católico.
El obispo afirmó que los
individuos, la Iglesia, las empresas, el Gobierno y las organizaciones
comunitarias comparten la responsabilidad de crear trabajos que permitan a los
trabajadores mantenerse a sí mismos y a sus familias. "Los líderes
comerciales con ética y moral saben que es erróneo perseguir ganancias y éxito
a costa de la dignidad de los trabajadores," indicó la declaración.
Blaire
citó la importancia de los sindicatos para ayudar a que los trabajadores
participen en las decisiones de la empresa que les afectan y destacó que el
aumento en la desigualdad salarial es paralelo al descenso de los sindicatos en
el país.
También urgió a los sindicatos a que mejoren y se concentren en
asuntos tales como "el aumento del salario mínimo, el combate contra el
robo de salarios y la protección de condiciones de trabajo seguras y
saludables".
Blaire también citó el apoyo de los obispos a los inmigrantes
mediante su respaldo a leyes que "muevan a los trabajadores inmigrantes de
las sombras a un estado legalizado y les ofrezcan un camino justo y razonable
hacia la ciudadanía, de modo que sus derechos humanos sean protegidos y
aumenten los salarios para todos los trabajadores".
TEMAS RELACIONADOS: