Buenos Aires.- "Con inmensa felicidad, anunciamos el encuentro del nieto 133", indicó el comunicado de prensa, en el que se convoca a un encuentro con la prensa en el Espacio Memoria y Derechos Humanos -antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros de detención ilegal y tortura en dictadura-, en el que se ofrecerán más detalles del caso.
"A casi 40 años del inicio del período democrático más largo de nuestra historia, seguimos buscando a nuestros nietos y nietas, todos los días. Cada restitución reafirma que el pueblo argentino nos acompaña y decide no olvidar", agregó el texto sobre la primera identificación que tiene lugar en 2023, pues las dos últimas datan de diciembre de 2022.
"Gracias Abuelas, por devolverle la identidad a todo un pueblo que las acompaña", agregó el mandatario, quien este mismo viernes recibió en la Casa Rosada (sede del Gobierno) a representantes de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Fedefam), que celebra su XIX Congreso en Buenos Aires.
La asociación, presidida por Estela de Carlotto (92 años), estima que cerca de 500 bebés fueron robados por la dictadura a sus progenitores, en su mayoría opositores al régimen, y en muchos casos a madres que dieron a luz en centros clandestinos de detención y tortura y fueron desaparecidas para siempre, asesinadas o tiradas con vida, drogadas, al mar.
A mediados de la década de 1980, las Abuelas impulsaron la creación de un banco para almacenar sus perfiles genéticos y garantizar la identificación de sus nietos.
En todo este tiempo, el banco ha ido sumando técnicas avanzadas de identificación genética y forense y en 2009 se sancionó una nueva ley que jerarquizó a la institución.
Previo a eso, hubo un período de tres años y medio sin recuperaciones, pues la última identificación había tenido lugar el 13 de junio de 2019, cuando la organización presentó públicamente a Javier Matías Darroux, de 41 años, como "nieto 130".