La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París rompió todos los elementos tradiciones de las anteriores ediciones, con una originalidad y creatividad que sedujo la admiración de los presentes.
La República Dominicana formó parte de un guion orquestado por Francia, con una regia inauguración, enviando un mensaje a todo el mundo de universalismo, tolerancia y algo de modestia.
Desde las tradiciones antiguas, hasta la actualidad, con sus regios monumentos, la cultura, la música y hasta la actualidad, así se vivió en el río Sena la apertura oficial a los Juegos Olímpicos de París.
El punto de partida de la flotilla de barcazas, con las distintas delegaciones, partió desde el puente Austerlitz, junto al Jardín des Plantes.
El recorrido pasó por debajo de puentes históricos y por lugares emblemáticos de la ciudad, como Notre-Dame y el Louvre, así como algunas sedes de los Juegos Olímpicos, como la Explanada de los Inválidos y el Grand Palais.
A orillas del río, gradas improvisadas acogieron a una gran cantidad de público, así como a la variada coreografía y la actuación de populares artistas.