El operativo, coordinado por la Dirección de Fiscalización y apoyado por el Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA) y el Ejército de la República Dominicana (ERD), resultó en la confiscación de aproximadamente 800 sacos de carbón vegetal y se removieron unos 25 hornos que fueron construidos con materiales no autorizados. Además, se identificó un asentamiento humano ilegal sin los permisos ambientales correspondientes.
El informe de la Dirección de Fiscalización destaca que la producción de carbón mediante hornos artesanales representa una grave amenaza ambiental, particularmente, en ecosistemas vulnerables como los bosques secos, ya que tienen baja capacidad de regeneración debido a las escasas precipitaciones y suelos áridos. La tala indiscriminada no solo reduce la cobertura forestal y altera el ecosistema, sino que también contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), exacerbando el cambio climático y afectando a las comunidades locales.
El MMARN continuará monitoreando la situación y tomando medidas para mitigar el impacto ambiental y prevenir futuras actividades ilegales.