Estas medidas fueron seguidas de una serie de anuncios que impulsaron las ganancias en el asediado mercado de renta variable chino. El director del banco central también dio a conocer un paquete de medidas para apuntalar el problemático sector inmobiliario del país, que incluye la reducción de los costos de endeudamiento de hasta US$5,3 billones en hipotecas y la flexibilización de las normas para la compra de segundas viviendas.
En cuanto a las acciones del país, Pan dijo que el banco central proporcionará al menos 800.000 millones de yuanes (US$113.000 millones) de liquidez, y añadió que las autoridades estaban estudiando la creación de un fondo de estabilización del mercado.
Persisten las dudas
Aunque varias de las medidas se habían anticipado, el despliegue tan publicitado demostró que las autoridades se están tomando en serio las advertencias de que China corre el riesgo de no alcanzar su objetivo de crecimiento de alrededor del 5% este año. Es probable que el aluvión de políticas vuelva a poner ese objetivo al alcance de la mano, pero persisten las dudas sobre si fue suficiente para romper la presión deflacionista a largo plazo y la arraigada crisis inmobiliaria de China.
Las autoridades aún tienen que dar a conocer medidas más contundentes para impulsar la demanda entre los consumidores, que algunos analistas ven como un ingrediente clave que le falta a la economía.
“Es difícil decir qué solución milagrosa puede ayudar a resolver todo”, dijo Ken Wong, especialista de cartera de acciones asiáticas en Eastspring Investments Hong Kong Ltd. “Si bien es bueno tener medidas de flexibilización monetaria que sean acomodaticias, es necesario hacer más para ayudar a consolidar el crecimiento del cuarto trimestre”.
Tras un comienzo lento, los mercados acogieron favorablemente el paquete de políticas. El índice de referencia de acciones chinas CSI 300 cerró la sesión con un alza del 4,3%, cerca de borrar las pérdidas del año, aunque el indicador sigue más de un 40% por debajo del máximo más reciente, alcanzado en 2021. Los mercados de materias primas subieron y el yuan apenas varió frente al dólar. El rendimiento de los bonos chinos a 10 años subió 3 puntos básicos hasta el 2,06%, borrando un descenso anterior hasta un mínimo histórico.