Cada inicio de año, por el cambio de período temporal que implica, llama a fijar objetivos, que casi nunca cumplimos, ¿pero ¿qué tal si se tomara en serio?
Existe un mecanismo muy subjetivo, muy personal y necesario, que define una actitud cuando llega un nuevo año: esa que lleva a establecer metas y objetivos.
Por ello, es bueno establecer puntos que sirvan para esa especie de reingeniería personal:
1-Sacar tiempo para leer, en pantallas digitales o en papel, pero leer siempre. Esta costumbre entra en contacto con el conocimiento, con el arte creativo literario, el disfrute de imaginar a partir de los textos.
2-Evitar la inmovilidad física. Caminar, correr, nadar (quienes puedan tener disposición donde hacerlo) pero, sobre todo, caminar. En Plaza de la Salud hay un letrero que dice: La inmovilidad invita enfermedades. Hay pocas expresiones tan contundentes, simples y directas como esa. No cuesta nada. Impacta en todo el organismo. Evitar estar sentados más de dos horas y media de corrido. Caminar:
3-Mejorar la alimentación hacia lo saludable: opte por consumo de vegetales y proteínas esenciales. El pan, maravillosamente delicioso, es a la larga tóxico igual que el arroz en exceso. Olvide ese “conconcito” reservorio de aceites comestibles pasados de cocción. Evitar el azúcar (en todas sus agradables formas de consumirla) y las grasas saturadas. El azúcar alimenta el cáncer. Se lo dice un paciente que ha tenido cáncer en dos oportunidades (próstata y base de lengua derecha).
5-Sea selectivo con su consumo de contenidos de las redes sociales. Prefiera mensajes que eleven su condición humana, que los hay. No satanice las redes sociales como forma de información y formación. Son un medio. Quien selecciona los mensajes es su dedito haciendo clic en lo que no sirve. No tiene que ver todos los atracos violentos, todas las muertes, todos los actos que denigran la condición humana. Quienes suban esos contenidos, son mensajeros del desaliento. Nadie está obligado a consumir toxicidad en cualquiera de sus formas.
8- Exprese sus sentimientos a la gente que ama. Ese mensaje renovado de afecto, puede hacer diferencias. Piense lo importante y agradable que es recibir esos mensajes y que en esa medida es válido expresarlos a los demás. Abandone el silente expresivo. Diga lo que siente de positivo respecto de quienes le rodean.
9- Ante las dificultades y conflictos con otras personas (familiares o no), en la familia, el trabajo, el edificio o la comunidad, una fórmula simple: comuníquese, entienda las posiciones de los demás y tenga tolerancia. Eso evita conflictos permanentes.
10 Practique su fe, cualquiera que esta sea. Crea en un poder superior. El que quiera. Que sea positivo. El que le estimule a servir a los demás. Trate de que no pase un día sin ser amable, útil o agradable para la gente conocida o desconocida con la que se encuentre. Crea en algo. Eso nos hace trascender.
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