La energía limpia es esencial para combatir el cambio climático y garantizar acceso a electricidad en comunidades vulnerables. A pesar de los avances, millones aún carecen de energía fiable. Adoptar fuentes renovables y mejorar la eficiencia energética son clave para un desarrollo sostenible y alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7.
El 26 de enero, la Asamblea General proclamó el Día Internacional de la Energía Limpia (resolución A/77/327) con el objetivo de sensibilizar y promover una transición justa e inclusiva hacia la energía limpia, beneficiando tanto a las personas como al planeta.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), un organismo intergubernamental global establecido en 2009, tiene su fecha de fundación el 26 de enero. Su propósito es asistir a los países en sus transiciones energéticas, actuar como una plataforma para la cooperación internacional y ofrecer datos y análisis sobre tecnologías de energía limpia, así como sobre innovación, políticas, finanzas e inversión.
p>Energía sostenible al alcance de todos.
El sector energético enfrenta un reto doble: garantizar que nadie quede excluido y salvaguardar el medio ambiente. La clave para lograrlo radica en la energía limpia.
La energía limpia juega un papel crucial en la reducción de emisiones y ofrece la posibilidad de llevar electricidad a comunidades que no cuentan con fuentes de energía confiables. En total, 685 millones de personas viven en condiciones de oscuridad total, siendo más del 80% de ellas residentes en el África subsahariana, en un mundo que lucha contra el cambio climático.
Es fundamental establecer un vínculo entre la energía limpia, el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad ambiental para enfrentar los desafíos que enfrentan las comunidades vulnerables a nivel global.
La educación, la atención médica y las oportunidades económicas se ven afectadas en las poblaciones que carecen de acceso a energía limpia debido a la inseguridad en el suministro energético. En muchas de estas regiones en desarrollo, el uso de combustibles fósiles contaminantes para las actividades cotidianas sigue siendo significativo, lo que contribuye a mantener la pobreza. Si las tendencias actuales persisten, se estima que para 2030 aproximadamente 1.800 millones de personas continuarán utilizando métodos de cocina inseguros, insalubres e ineficientes, como la quema de leña o estiércol.
A pesar de los avances, el aumento de la población en 2022 provocó que 10 millones más de personas carecieran de acceso a electricidad. La meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7, que busca asegurar el acceso universal a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos antes de 2030, se encuentra lejos de ser alcanzada en el contexto actual.
… y para nuestro planeta.
La lucha contra el cambio climático también depende en gran medida de la adopción de energías limpias. La producción de energía, que implica la quema de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas para generar electricidad y calor, es responsable de una considerable cantidad de gases de efecto invernadero que envuelven el planeta y atrapan el calor del Sol.
La evidencia científica es contundente: para limitar el cambio climático, es fundamental reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y aumentar la inversión en fuentes de energía alternativas que sean limpias, accesibles, económicamente viables, sostenibles y confiables. Las energías renovables, que abundan en nuestro entorno, provienen del Sol, el viento, el agua, los residuos y el calor terrestre. Estas fuentes son regeneradas por la naturaleza misma y generan escasas emisiones de contaminantes o gases de efecto invernadero en la atmósfera.
La clave también radica en mejorar la eficiencia energética. Esto implica utilizar menos energía para lograr los mismos resultados, a través de tecnologías más eficientes en áreas como el transporte, la vivienda, el alumbrado y los dispositivos eléctricos. De esta manera, se reduce el gasto económico, se disminuye la contaminación y se ayuda a asegurar el acceso universal a una energía sostenible.