El equipo de Baltimore, actual campeón, es una incógnita,
ante los muchos jugadores que ya no vestirán el uniforme de los Ravens.
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Imagen de la Final del Super Bowl 2013 entre San Francisco 49ers y Baltimore Ravens. |
Ravens y Broncos inician hoy el show de la NFL
Por EFE
viernes 06 de septiembre de 2013, 00:00h
San Francisco 49ers, New Orleans Saints, Houston Texans y
Denver Broncos es la cuarteta favorita de los expertos para alzarse con el
título en la edición 2013-2014 de la liga profesional más importante en Estados
Unidos, alrededor de la cual se mueven unos 11 mil millones de dólares.
El
momento soñado para los millones de seguidores del deporte del fútbol americano
llegó, el comienzo de una nueva temporada, en la que los Ravens de Baltimore
parten como los campeones del Super Bowl conseguido el pasado febrero en Nueva
Orleans y serán también el equipo a batir.
Aunque el mundo de las apuestas de
Las Vegas (Nevada) y los expertos pronostican que habrá otros equipos como los
49ers de San Francisco, Broncos de Denver, Texans de Houston y Saints de Nueva
Orleans que tienen todo el potencial para luchar por el deseado título. La primera
oportunidad de comprobar cómo llegan los Ravens se presentará hoy, jueves,
cuando se enfrenten nada menos que a los Broncos, en un auténtico duelo
generacional de mariscales de campo que protagonizaran Joe Flacco y Peyton
Manning.
El escenario será el Sports Authority Field at Mile High, en Denver,
donde los Broncos desean comenzar con un triunfo, y nada mejor que hacerlo en el
partido inaugural de la liga profesional más poderosa de Estados Unidos, que
genera una economía de 11.000 millones de dólares.
Centrados ya en el apartado
deportivo, la clave una vez más en lo que puedan ofrecer los Broncos estará
supeditado a que Manning haya encontrado su mejor forma y que las lesiones lo
respeten, si eso sucede, Denver será muy difícil de ganar y menos en su campo.
Los
Ravens, que han perdido a varios jugadores claves con los que lograron el Super
Bowl, incluido el legendario linebacker Ray Lewis, que se retiró, son una de
las tantas incógnitas que se presentan esta temporada en la NFL, precedida de
un verano nada normal. Especialmente después del arresto por presunto asesinato
del exala cerrada estelar de los Patriots de Nueva Inlaterra, Aarón Hernández.
La
baja de Hernández uno de los jugadores claves de su ataque hizo que todo el
potencial que tenían los Patriots y su esquema de juego ofensivo fuese alterado
de forma inesperada y el veterano entrenador en jefe, Bill Belichick, forzado a
reconstruirlo, siendo una incógnita lo que pueda ofrecer.
Aunque el hecho de
mantener al mariscal estelar Tom Brady se presenta como una garantía de cara a
que los Patriots estén entre los equipos que aseguren su pase a los playoffs,
aunque le toque hacer más esfuerzo que nadie a la hora de dirigir al nuevo
esquema ofensivo, donde tampoco estará al comienzo el otro ala cerrada estelar
Rob Gronkowski, lesionado. Pero quizás la baja más significativa de la ofensiva
de los Patriots sea la marcha del receptor abierto Wes Welker, que ahora
esperará los balones largos que le envíe Manning con los Broncos.
Mientras que
hay dudas con el poder de los Patriots no sucede lo mismo con los 49ers, aunque
también tendrán la incógnita si la revelación de la pasada temporada, el
mariscal de campo Colin Kaepernick, va a poder dirigir la ofensiva del equipo
de San Francisco con el mismo liderazgo y eficacia que lo hizo hasta llevarlos
al Super Bowl en su debut como titular. El mundo de las apuestas de Las Vegas
no tienen ninguna duda de que Kaepernick y los 49ers serán aun mejores este año
porque han mantenido el núcleo del equipo y se conocen mucho mejor.
El mismo
efecto esperan tener los Redskins de Washington, siempre que el joven mariscal
de campo estelar Robert Griffin II, vuelve al ciento por ciento recuperado de
la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada temporada cuando se rompió en
el momento que más lo necesitaba el equipo.
Los que llegan más reforzados son
los Texans de Houston, el equipo que cada vez está más cerca de luchar por el
título del Super Bowl y este año podrían dar ese pequeño salto que aun les
falta para conseguirlo. Nadie cuestiona el gran poder defensivo que poseen los
Texans, pero de nuevo habrá que ver si su ataque dirigido por el cuestionado
mariscal de campo Matt Schaub puede responder en los momentos decisivos.
No
tendrán ese problema equipos como los Giants de Nueva York con Eli Manning,
hermano menor de Peyton, ni los Steelers de Pittsburgh y su estelar Ben
Roethlisberger y mucho menos los Packers de Green Bay, donde está Aaron Rogers,
pero carecen del potencial de grupo que presentaron las temporadas anteriores.
Todo
lo contrario de lo que sucede con los Saints de Nueva Orleans, que superaron
los problemas de las sanciones que recibieron por el programa ilegal de
"incentivos económicos" para dejar fuera de acción a jugadores claves
de los equipos rivales y han trabajado en plenitud con el entrenador en jefe
Sean Payton, que se perdió toda la anterior temporada de castigo.
La llegada de
Rob Ryan como nuevo coordinador defensivo es también una gran garantía de que
los Saints puedan ser temibles si el estelar mariscal de campo Drew Brees sigue
imparable con sus pases, algo que van a necesitar en la lucha con los Falcons
de Atlanta por el título de división.
El resto de los equipos entre los que se
encuentran los Cowboys de Dallas, Jets de Nueva York, Bears de Chicago, Colts
de Indianápolis con su mariscal de campo segundo año, Andrew Luck, e Eagles de
Filadelfia, que estrenan entrenador en jefe, el novato Chip Kelly, son toda una
incógnita, y no están entre los favoritos.