Jeannidalia Grullón es presidenta de ADOCOSE desde enero de 2013 y cuenta
con cerca de 30 años de experiencia en la mediación de seguros. Su carrera
profesional empezó cuando aún era una niña, pero ella no ha perdido la pasión y
el entusiasmo por su profesión. Grullón también preside Max Corredores, la empresa que fundó su padre y que
acaba de celebrar su 35 aniversario. En esta entrevista, Jeannidalia señaló los
retos a los que se enfrentan los corredores en República Dominicana y de las
oportunidades de colaboración que existen entre los profesionales de ambos
lados del Atlántico.
¿Cómo llegaste a la profesión? ¿Empezaste muy
joven?
Así es, ¡¡era una niña!! Apenas con 14 años de
edad, empecé a aprender el oficio de mi padre, motivada por la enfermedad de
cáncer que le asaltó. A pesar de que mi llamado era la medicina, me interesé en
aprender sobre riesgos y coberturas de seguros de modo que pudiera asesorar y
dar seguimiento a los compromisos de servicio y soporte a clientes asumidos por
la empresa que él había fundado.
En principio no me gustaba la carrera de seguros,
pero, poco a poco me fui enamorando y de esta fue una tarea que fue realizando
mi progenitor de manera muy inteligente, pues me fue ayudando a descubrir mis
habilidades para ejercitar la profesión de corretaje, basándose en mi marcado
interés en servir a los demás, con sentido justo y mi espíritu sociable,
creíble y muy responsable al momento de involucrarme con cualquier tarea o
perseguir algún propósito.
¿Ser mujer es un handicap en República
Dominicana para ser corredor de seguros?
Es cierto que me manejo en un ambiente latino,
donde el macho es el género que domina; sin embargo, entiendo que las
limitaciones sólo nacen de cada uno de nosotros los seres humanos. Esa es la
principal barrera de creencia que he tenido que romper. No es cuestión de ser
hombre o mujer; el tema es hacer valer el compromiso con uno mismo y con lo que
a uno le gusta hacer y sabe hacer bien. Tan pronto los clientes descubren en
esencia tu afán por hacer funcionar las cosas y trabajas con alto sentido de la
ética y la responsabilidad; sobre todo, cuando se trata de dar respuestas a la
promesa que se plasma en papel o se dice verbalmente, todos los demás
prejuicios desaparecen.
América es uno de los destinos preferidos por las
compañías españolas para su internacionalización ¿Cómo pueden los corredores
dominicanos estrechar lazos con los profesionales españoles de la mediación?
El mundo de seguros, por su naturaleza, siempre ha
tenido un esquema de gestión global y de relacionamiento internacional. Sin
embargo, por la facilidad de la lengua, es claro que se faciliten las
relaciones entre nuestros países hispanoparlantes y nuestros homólogos
españoles. Hay una gran oportunidad en el espacio turístico, pues la mayoría de
los hoteles que se abren en territorio dominicano son procedentes de España.
Por tanto aquí hay muy buenas oportunidades.
¿Cuáles son los ramos del negocio asegurador con
mayor potencial de crecimiento en República Dominicana?
Incendio y aliados, Vida, Salud local e
internacional y Auto.
¿Cuál es el papel de los corredores dominicanos en
la gestión de siniestros provocados por catástrofes naturales como los
huracanes en República Dominicana?
Que se conozca el papel del asesor de seguros forma
parte de los retos de nuestra Asociación de Corredores de la República
Dominicana; sin embargo, cabe mencionar que el hecho de que estamos en punto
vulnerable para catástrofes naturales, como inundaciones y ciclones, ha
permitido que se conozca e interprete nuestro papel, viéndonos actuar al
momento de la ocurrencia de un siniestro.
Los asegurados han visto cómo se les facilita la
vida en materia de orden y consecución del pago de siniestros, aparte de las
orientaciones necesarias para que sus empresas y equipos de trabajo se
encuentren listos al momento de ocurrencia de las pérdidas.
¿Qué es lo que más aprecian los clientes de vuestra
labor?
El apoyo en la identificación de riesgos y el
seguimiento a los propósitos de coberturas. El valor de discernir cuales
riesgos controlar y cuáles deben transferir. El seguimiento a las
indemnizaciones de siniestros via los pagos de reclamaciones. Pero, lo más
importante, es el hecho de sentirse respaldados por manos expertas en el ámbito
de la administración y control de los riesgos inherentes a sus actividades y
que atentan y vulneran su estabilidad física y emocional, tanto de sus
empresas, sus colaboradores, su familia y sus vidas.
¿Qué nos puedes contar de la Asociación Dominicana
de Corredores de Seguros (ADOCOSE)?
Adocose es una institución sin fines de lucro que,
ahora en el 2015 cumple 38 años. Reúne a todos los profesionales de seguros,
físicos y morales del sector que cuenten con credibilidad y formalidad en su
gestión!.
La asociación cuenta con unos 180 miembros
distribuidos en la zona norte, centro y este del país. Cuenta con dirección de
Twitter (@ADOCOSE), Facebook y página web. Trabajamos fuertemente en el
enaltecimiento de nuestra clase y de su valioso papel entre los aseguradores y
sus clientes. Nos ocupamos de mantener al día a sus miembros y abrir las
puertas del comité de ética y manejo de conflictos a fines de la defensa de los
intereses del gremio.
¿Tenéis acuerdos en Max -la correduría que
presides- con corredores españoles? ¿Cómo ves esa colaboración a futuro para
los corredores de nuestros países?
Si, correcto, en mi empresa manejamos relaciones
con varios corredores españoles, radicados en Madrid, Barcelona y Palma;
acuerdos independientes y fuera de redes para manejar clientes suyos instalados
en territorio dominicano. Vislumbro una relación pujante y creciente con nuevos
actores y la consolidación de las relaciones con los actuales socios
estratégicos.
Con la perspectiva de los cambios que está
experimentando la distribución de seguros, ¿Qué recomiendas a los jóvenes que
empiezan?
Ante todo que se enamoren de lo que hacen, ¡que no
entren al mercado de seguros por la mera consecución de beneficios económicos!
Que estudien, que se preparen y conozcan bien el fundamento y propósito de los
productos y servicios en seguros para que puedan seguir las reclamaciones de
manera más profesional y lógica; siguiendo el espíritu de las distintas
coberturas. Que se empleen en conocer las distintas legislaciones de los países
donde participan; que acudan a su espíritu creativo, pero que eviten prometer
más allá de lo que logren manifestar por escrito en beneficio de sus clientes,
para evitar malos entendidos.