La Casa Blanca afirma hay 11 países que apoyarían una "fuerte
respuesta internacional" contra el Gobierno sirio: Australia,
Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí, España, Turquía,
Reino Unido y EEUU.
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Barack Obama en la Cumbre del G20, en Rusia. |
Obama impone el tema de Siria en la Cumbre del G20, pero no recauda suficientes apoyos
Por EFE
sábado 07 de septiembre de 2013, 02:41h
El
mandatario estadounidense reconoció que, si bien la gran mayoría de sus colegas
del G20 comparten la idea de que Al Asad ha rebasado la línea roja empleando
armas químicas contra su población, muchos consideran inaceptable lanzar un
ataque sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero dejó claro que eso
no le detendrá porque "el Consejo de Seguridad de la ONU prácticamente
está paralizado para una decisión sobre la cuestión siria", en alusión a
la postura de Rusia y China contraria a una intervención, y cuyo veto lo
impediría.
La
cumbre de líderes del G20 concluyó hoy en San Petersurgo, Rusia, sin que el
presidente de EEUU, Barack Obama, lograra el respaldo de sus socios para atacar
Siria, pero sin que estos pudieran persuadirle de abandonar sus planes de
castigar militarmente al régimen de Bachar Al Asad.
La crisis de Siria y su
evolución desde que Washington acusó a Damasco de haber empleado armas químicas
contra la población el 21 de agosto se coló definitivamente en la cita anual de
los mandatarios de este foro de países industrializados y emergentes, hasta el
punto de dominar los debates.
"Seguimos pensando que el régimen de Al Asad
usó armas químicas y es una tragedia... Debe haber una respuesta firme y
medidas serias" para castigar a Damasco, pues las armas químicas son un
peligro para toda la región", afirmó el presidente de EEUU en la conferencia
de prensa que ofreció al final de dos días de cumbre.
Obama señaló que había
tratado sobre la crisis siria ayer y hoy con sus colegas del G20, y que
continuará en los próximos días tratando de buscar apoyos de sus socios
extranjeros para una intervención armada contra Siria. Además, anunció que el
próximo martes 10 se dirigirá a los estadounidenses para hablar sobre este
asunto, en lo que supone una inquietante señal de que seguirá adelante con su
idea de intervenir militarmente en el país árabe.
Su colega británico, David
Cameron, aliado de EEUU en tantas acciones bélicas, mostró su total comprensión
y apoyo al amigo americano, y no excluyó acciones en Siria sin mandato de una
resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. "Todos creemos que ha
llegado el momento de actuar para evitar una catástrofe humanitaria. Será mejor
con resolución, pero no se puede excluir acciones (en relación a Siria) si no
se logra" tal resolución, dijo Cameron.
Pero el premier británico está
atado de pies y manos para participar en una acción militar por el rechazo de
su Parlamento. Obama sufrió incluso un revés de quien hasta ahora era el único
socio europeo que estaba dispuesto a participar en un ataque contra Siria, el
presidente de Francia, François Hollande. El inquilino del Elíseo afirmó hoy
que decidirá sobre la participación de su país sólo tras la presentación del
informe de los expertos de la ONU sobre el uso de armas químicas en el país
árabe.
"Ahora, esperamos la decisión del Congreso y el Senado de EEUU.
Después, el informe de la ONU. Como resultado de todo esto, tomaré una
decisión. Me dirigiré al pueblo y anunciaré mi decisión", afirmó Hollande
en su rueda de prensa tras la cumbre del G20. "El informe de los expertos
de la ONU debe ser presentado lo antes posible", dijo.
Durante la cumbre,
la diplomacia trabajó a contrarreloj para tratar de evitar una intervención
aliada en Siria de imprevisibles consecuencias. El secretario general de la
ONU, Ban Ki-moon, y su representante especial para Siria, Lajdar Brahimi, se
emplearon a fondo para concienciar a los líderes de que un ataque sólo
agravaría la catastrófica situación humanitaria en Sira, donde dos años de
guerra han causado más de cuatro millones de desplazados y dos millones de
refugiados en los países vecinos.
Ban pidió a los líderes que den un impulso
definitivo a la búsqueda de una solución política para la crisis de Siria y
aseguró que está determinado a "renovar los esfuerzos para convocar
rápidamente la conferencia de paz de Ginebra sobre Siria". Brahimi
advirtió a los ministros de Exteriores del G20, reunidos en un almuerzo por el
titular ruso, Serguéi Lavrov, de que "nadie puede utilizar la fuerza sin
el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU".
El anfitrión de la
cumbre, el ruso Vladímir Putin, principal aliado de Damasco y opuesto
radicalmente a un ataque, afirmó que su país ayudará a Siria en caso de un
ataque militar exterior. "¿Vamos a ayudar a Siria? Sí", afirmó Putin.
"Ya estamos ayudando. Suministramos armas y cooperamos en el terreno
económico". Y aseguró que los planes de Estados Unidos de lanzar un ataque
"limitado" a Siria sólo cuentan con el respaldo de cinco países del
G20, que enumeró: Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y el Reino Unido.
La
Casa Blanca cotraatacó poco después difundiendo una lista de once países que
estarían a favor de una "fuerte
respuesta internacional" tras el uso de armas químicas en Siria:
Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí, España,
Turquía, Reino Unido y EEUU.