El Instituto Duartiano parece haber olvidado componentes del ideario de nuestro Padre de la Patria cuando pretende emprender una acción para destituir a Julio Manuel Rodríguez como presidente por haber advertido que “estamos obligados a convivir con esos nacionales haitianos en la República Dominicana”.
Independientemente que nadie puede negar la realidad de que compartimos con Haití una Isla, que constituye un mercado económico importante para la producción dominicana y que necesitamos la mano de obra haitiana para determinadas actividades económicas, la iniciativa contra Julio Manuel Rodríguez olvida componentes importantes del ideario de Duarte.
Al exhortar que la nación está obligada a conservar y proteger sus ciudadanos, Duarte añade; “sin olvidarse para con los extraños a quienes también se le debe justicia, de los deberes que impone la filantropía”; pero, además, Duarte consideraba que “La religión predominante en el Estado deberá ser siempre Católica… sin perjuicio a la libertad de cultos”, lo que implica el sometimiento a sus preceptos, migratorios en este caso.
Sobre con los migrantes, la iglesia señala que “con ellos Dios quiere edificar su reino…sin ellos no sería el reino que Dios quiere”, versión de la IA. No en vano el Obispo de Santiago acaba de advertir que debe evitarse caer, en la defensa de la nacionalidad, en una “patriotería xenofóbica”. A juzgar por estos componentes del ideario de Duarte, las declaraciones de Julio Manuel Rodríguez encajan perfectamente en el ideario duartiano; ideales que el Instituto Duartiano ha cercenado para sustituirlo por una patriotería xenofóbica.
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