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Análisis Digital

La viralización del Jet Set.
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La viralización del Jet Set. (Foto: Fuente externa)

Tragedia Jet Set: Impacto en las redes sociales

Por Pavel De Camps Vargas
lunes 14 de abril de 2025, 06:41h

La noche que silenció a Santo Domingo, generando un clamor global en X (Twitter), creando un duelo y un rugido digital histórico.

Tendencias históricas.
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Tendencias históricas. (Foto: Fuente externa)

La medianoche del 8 de abril de 2025 marcó un antes y un después en República Dominicana. En el Jet Set, un club nocturno con más de 50 años de historia en Santo Domingo, el techo se desplomó a las 12:45 am durante un concierto del legendario merenguero Rubby Pérez. Lo que era una celebración vibrante se transformó en una masacre silenciosa: al menos 220 muertos, 155 heridos trasladados en ambulancias desbordadas, y un número indeterminado de cuerpos aún sepultados bajo escombros, según el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) al cierre del 9 de abril. Entre las víctimas, nombres que resonaban en la música, el deporte y la política: Rubby Pérez, el alma del merengue, hallado sin vida el miércoles; Octavio Dotel, exlanzador de las Grandes Ligas, rescatado con vida pero fallecido en ruta al hospital; y Nelsy Cruz, gobernadora de Montecristi, quien llamó al presidente Luis Abinader desde los escombros antes de morir.

El eco de esta tragedia reventó las redes sociales. En X (Twitter), se convirtió en un alarido digital sin precedentes: más de 177,100 publicaciones en menos de las 24 horas y un alcance que superó los 4 mil millones de impresiones, superando en velocidad e intensidad eventos como el atentado a David Ortiz (2019) o la muerte de Johnny Ventura (2021). Desde Nueva York hasta Madrid y Tokio, el mundo vio en tiempo real el derrumbe de un símbolo dominicano, con videos crudos de sobrevivientes atrapados y familias destrozadas.


Un lunes que nunca olvidaremos


El Jet Set, conocido por sus “Lunes de Jet Set” y su capacidad para 700 sentados y 1,000 de pie, estaba lleno esa noche, aunque las estimaciones de asistencia varían. Testigos reportan unas 300 personas presentes, pero la cifra exacta sigue siendo un misterio. Lo que no hay duda es el horror: el techo colapsó sin advertencia, aplastando a cientos en segundos. Más de 77 ambulancias y 400 rescatistas, luego llegaron apoyos de Puerto Rico e Israel, trabajaron sin tregua, se pudieron rescatar a 145 personas vivas en las primeras 24 horas. Sin embargo, al anochecer del martes, las operaciones pasaron de búsqueda a recuperación, con la esperanza extinguida bajo toneladas de concreto.

Entre los fallecidos, el diseñador Martín Polanco, el exjugador Tony Blanco y Fray Luis Rosario, un restaurador dominicano de Lawrence, Massachusetts, reflejan la diversidad de las víctimas: desde íconos culturales hasta ciudadanos comunes unidos por una noche fatídica. El presidente Abinader decretó tres días de duelo nacional (8-10 de abril), pero sus palabras de consuelo chocaron contra un muro de indignación.


Un grito que atravesó el mundo


En la plataforma de red social X (antiguo Twitter) no solo registró el dolor; lo amplificó. El hashtag #JetSet lideró tendencias en 14 países, con mensajes de figuras como Bad Bunny —cuyo tuit alcanzó los 3 millones de 'me gusta' — y Juan Luis Guerra resonando globalmente. En un país donde el 78% tiene acceso a internet (Banco Mundial, 2024), la conversación digital fue feroz: campañas como #JusticiaJetSet acumularon miles de retuits, mientras los políticos enfrentaban críticas implacables. El senador Luis Abreu vio su mensaje de condolencias sepultado por 8.000 respuestas exigiendo acción, sin palabras.

Comparado con otros hitos digitales dominicanos, el colapso del Jet Set es un gigante:

Atentado a David Ortiz (2019): 4,5 mil millones de impresiones en una semana.

Muerte de Johnny Ventura (2021): 3,8 mil millones en siete días.

Jet Set (2025): 4 mil millones en solo 24 horas.

Este no fue solo un récord; fue una señal de una generación —el 70% menor de 35 años (INE, 2023)— que usa las redes como arma para exigir justicia.


Sombras de negligencia


¿Qué falló? La pregunta quema entre los escombros. El Jet Set, renovado en 2010 y 2015, había sufrido un impacto de rayo en 2023, según Listín Diario. ¿Se inspeccionó después? ¿Cumplía con las normas de seguridad? El Ministerio de Obras Públicas no ha aclarado cuándo fue la última revisión, y la fiscal Rosalba Ramos admitió que “todos queremos saber qué pasó”, pero las respuestas tardan mientras los cuerpos se acumulan. Videos del colapso muestran un desplome súbito, sin signos previos, sugiriendo una falla estructural catastrófica. En un país con un historial de corrupción, la sospecha de negligencia institucional pesa como una losa.

El duelo que no calla

Las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla emocional. Las familias publicaron fotos de desaparecidos, los sobrevivientes narraron escapes milagrosos y el país lloró en tiempo real. Pedro Martínez, leyenda de los Red Sox, reveló que varios de sus familiares estaban en el club, algunos aún desaparecidos. El Jet Set, un refugio de merengue y alegría, se transformó en un mausoleo que expuso las grietas de una nación.


Un país al borde del abismo


El colapso del Jet Set no es solo una tragedia; es un espejo roto que refleja el costo de la indiferencia. Esas 220 vidas —y las que podrían sumarse— no son estadísticas: son el pulso de una República Dominicana que sangra. Ahora que han pasado las 48 horas, los millones de impresiones que lleva en X (Twitter) superan los 7,072 millones de impresiones, más de 1.6 millones de interacciones en los 304,900 tweets. Esto es más que un fenómeno digital; son el latido de un pueblo que exige que esto no se repita. Pero el duelo no basta. Este desastre debe ser un punto de inflexión: que las autoridades nombren a los responsables, instituciones que no realizaron su trabajo, pero sobre todo, que las inspecciones obligatorias dejen de ser un trámite, que la seguridad deje de ser una promesa vacía. Las normativas deben cambiar y que todos deben cumplir desde este instante.

Mientras las grúas levantan escombros y las madres lloran frente al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Santo Domingo no solo entierra a sus muertos; entierra una ilusión de invulnerabilidad. El Jet Set ya no suena a fiesta; su eco es un lamento que atraviesa generaciones, un grito que resonará hasta que la justicia hable o el silencio nos condene a todos. Porque si algo enseña esta noche negra, es que el próximo techo que caiga podría estar sobre cualquiera de nosotros.

La viralización del Jet Set., Tweets.
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La viralización del Jet Set., Tweets.
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