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John Githongo, periodista y filósofo keniano. |
John Githongo, el periodista que hizo frente a la corrupción
Un hombre inconforme con el sistema
Por Sociales Diario Hispaniola
domingo 08 de septiembre de 2013, 15:10h
"La lucha contra la corrupción se da cuando el Estado
de derecho es débil", son las palabras de un hombre conocedor de las malas
hazañas que se pueden generar en un sistema de gobierno. Las amenazas no han
sido suficientes para detener a este periodista en su defensa contra las malas
prácticas gubernamentales
John Githongo,
una persona con vasta experiencia en el ámbito del periodismo investigativo, economista
y filósofo keniano. En su trayectoria, ha ocupado cargos que le han permitido descubrir
realidades ante las que no ha podido quedarse de brazos cruzados. Fue activista
de transparencia internacional y funcionario del gobierno. Aun así, nunca optó
por ser un conformista más; arriesgó su vida al aceptar el reto de ser defensor
de los bienes ciudadanos y la verdad.
Para este
periodista, varias personas han servido de inspiración en su lucha contra la
corrupción. Tal es el caso de Thomas Sankara, quien llevó a cabo una
revolución que se cimentó en una plataforma de lucha contra la corrupción y creación
de la independencia económica de potencias extranjeras; también, Zurab Zhvania,
quien fungió como primer ministro de Georgia, y aplicó un agresivo programa
contra la corrupción en la policía y la justicia de su país.
En su cargo como funcionario del
gobierno en Kenia, tuvo un fuerte contraste entre quién era y en qué creía.
Empezó a sospechar sobre un nuevo escándalo de contratos tramado por ministros
y militares por valor de cerca de mil millones de dólares... ¿qué debía hacer? ¿ignorar la situación y comportarse como sus compañeros esperaban, o hacer
el trabajo por el que éticamente estaba obligado?...
Él hizo algo inaceptable a ojos
de muchos de sus colegas, grabando secretamente las conversaciones de los
ministros. Luego de tener suficiente información, denunció cada acto delictivo
que pudo, poniendo en contra suya toda la clase élite del país; razón por la
que se vio obligado a huir de Kenia y refugiarse en Londres.
En 1990
recibió el premio de CNN como Periodista Africano del año. Su lucha contra la corrupción se cuenta en
el libro escrito por Michela Wrong "Ahora comemos nosotros: la historia de un
luchador contra la corrupción en Kenia".
Tuvo la
oportunidad de dictar una conferencia en República Dominicana titulada "Que las
buenas prácticas ganen", en la que explicó cómo nace la corrupción, y cómo en
los países con poca incidencia de corrupción ha sido vital el empoderamiento
desde la base, del gobierno, de los dirigentes del sector privado y de la
gente.
Según puntualiza
John Githongo, resulta muy difícil para una comunidad cambiar su cultura. Sin
embargo, una implementación de códigos de ética, específicos y sostenibles en
la práctica, es necesaria para erradicar la corrupción en un país. "La lucha
contra la corrupción se da cuando el Estado de derecho es débil. Para mí fue un
recorrido de ir a la sociedad civil, luego al gobierno y entonces verme forzado
a tomar una decisión de vida, una que no tiene vuelta atrás: o te quedas para
siempre y te vuelves parte clave del sistema, o sales del sistema. Estoy
convencido que para combatir la corrupción se necesita que las bases se
indignen, que la rabia de la gente sea lo suficientemente grande para hacer
algo al respecto, organizarse, exigir".
Su padre, Joe
Githongo, era dueño de una empresa de contabilidad siendo el presidente Jomo
Kenyatta. John, asistió a la prestigiosa
Escuela Santa María, en Nairobi. Estudió Economía y Filosofía en la Universidad
de Gales antes de volver a su país. Trabajó como investigador y consultor antes
de iniciarse en el oficio periodístico.
Escribió para el periódico semana EastAfrican y la revista Executive,
también fue corresponsal en The Economist y varios periódicos locales e
internacionales. Fundó una organización llamada Inuka Kenia Trust, un grupo de
defensa de base destinado a crear una ciudadanía informada. Githongo fue
seleccionado como uno de los 100 africanos más influyentes del mundo de la
Nueva Revista de África con sede en Londres en su edición de junio de 2011.