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Conmemoración del 40 aniversario del Golpe de Estado de 1973, misma fecha de la muerte del derrocado presidente Salvador Allende, en las afueras del Palacio de La Moneda, Santiago de Chile. |
Piñera llama a superar "odios y querellas", la hija de Allende reclama verdad y justicia
Por EFE
jueves 12 de septiembre de 2013, 04:29h
Sobre
la petición del actual Sebastián Piñera de superar "odios y
querellas", la senadora Isabel Allende -hija del fenecido presidente
democrático y socialista Salvador Allende - reclamó verdad y justicia, y
subrayó que estas demandas están "muy lejos de ser odio y venganza". Isabel
Allende consideró que la memoria "es necesaria", por lo que "vamos
a seguir luchando por la verdad y la justicia, y no vamos a parar hasta que en
Chile no se conozcan todos y cada uno de los casos de violaciones a los
derechos humanos".
Los
antagonismos que desde hace 40 años separan a los chilenos afloraron hoy en la
conmemoración del golpe que el 11 de septiembre de 1973 llevó al poder al
general Augusto Pinochet y significó la muerte de Salvador Allende y el fin de
su gobierno socialista.
La conmemoración, pese a coincidentes condenas de las
violaciones de los derechos humanos cometidas en la dictadura y las
invocaciones a la unidad y la reconciliación, tuvo nuevamente de espaldas a
quienes estuvieron enfrentados hace 40 años.
Según el presidente Sebastián
Piñera, el golpe militar fue responsabilidad, "muy especialmente", de
quienes no respetaron el Estado de derecho, entre los cuales, a su juicio,
estuvo el propio gobernante socialista, a quien ya había criticado el lunes. Ese
día afirmó que el gobierno de Allende (1970-1973) "quebrantó la legalidad
y el Estado de derecho", mientras hoy, tras una liturgia conmemorativa en
La Moneda, opinó que la ruptura de la democracia fue responsabilidad "muy
especialmente" de quienes "no respetaron el Estado de derecho".
El
conservador mandatario chileno también afirmó en una entrevista publicada por
la revista "Time" que Allende "no tuvo ningún respeto por la
ley", aunque también consideró el golpe de Pinochet "una parte oscura
de nuestra historia". Los chilenos, dijo hoy Piñera, "no deberíamos
olvidar" esa etapa de la historia", y llamó a superar "los
traumas del pasado".
La actual generación no debe traspasar a sus hijos y
nietos "los mismos odios y querellas" y el mejor legado que puede
dejarles "es un país reconciliado y en paz", agregó. En esa línea,
llamó "muy particularmente a los cuatro expresidentes" desde el
retorno de la democracia a preguntarse "qué es más importante, lo que pasó
40 años atrás o lo que juntos vamos a pasar en los próximos 40 años", en
alusión a Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
Ninguno
de ellos asistió a los actos convocados por el gobierno y el lunes Bachelet,
candidata opositora a las presidenciales de noviembre próximo, fue la única
oradora en un acto conmemorativo convocado por su bloque político de
centroizquierda. Bachelet afirmó que el golpe solo es responsabilidad de
quienes lo cometieron y justificaron.
Fuera de La Moneda, quienes padecieron el
golpe homenajearon hoy a Allende ante el monumento a su memoria situado frente
a la sede del Ejecutivo. Desde dirigentes políticos a familiares de las
víctimas de la dictadura llegaron al lugar, entre ellos la senadora socialista
Isabel Allende, hija del presidente fallecido hace 40 años.
La parlamentaria
resaltó que su padre fue un "líder consecuente, un luchador social siempre
fiel a su palabra", y sostuvo que en el Chile actual Allende "se
habría sentido orgulloso de ver a los estudiantes en la calle exigiendo una
educación pública y gratuita". "Tenemos que ser capaces de convocar a
ese pueblo que nos critica porque nos siente distantes, que siente que todavía
la injusticia predomina en nuestro país, que las desigualdades son muy
grandes", dijo Isabel Allende, para quien se podrá avanzar hacia una mayor
igualdad si el próximo gobierno lo encabeza Bachelet.
Los homenajes a Allende,
en los que estuvieron representantes del Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), incluyeron también un acto ante la tumba del mandatario en el
Cementerio General de Santiago. Además, el Congreso chileno se comprometió a
promover el diálogo y no repetir "los errores y divisiones" del
pasado, sino favorecer "la construcción de consensos".
Esos conceptos
están contenidos en una declaración conjunta de los presidentes del Senado, el
democristiano Jorge Pizarro, y de la Cámara de Diputados, el oficialista
Edmundo Eluchans, en la que además condenan el golpe de hace 40 años.
El
diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, afirmó durante
la sesión que "debemos preguntarnos cuánta responsabilidad (en el golpe)
tiene esta Cámara, al haber aprobado el 22 de agosto de 1973 un acuerdo absolutamente
inconstitucional contra el gobierno legítimamente constituido".
Al final
de esta jornada antiguos sitios de asesinatos y tortura serán escenario de
actos en recuerdo de las víctimas, como ya es tradicional en esta fecha. El
miércoles de madrugada 68 personas fueron detenidas, un autobús de transporte
público dañado y tres automóviles destruidos en disturbios ocurridos con motivo
de esta histórica fecha. Las autoridades gubernamentales y policiales
consideraron, no obstante, que se trató de incidentes aislados que no
perturbaron la tranquilidad.