El Embajador del Ecuador en República
Dominicana, Doctor Carlos López Damm, terminó sus funciones en este país.
El Embajador López Damm, funcionario de carrera del
servicio exterior ecuatoriano, estuvo frente a la Embajada en Santo Domingo y
como Embajador Concurrente en Haití, desde el año 2010.
Con su designación el Gobierno del Presidente Rafael
Correa deseaba dinamizar y llevar a lo más alto las relaciones con República
Dominicana, con su visión renovada y acertada del Sumak Kawsay o "Buen Vivir", es decir
del fundamento que integra un conjunto de aspectos que constituyen la vida
misma y que se orienta a la economía, política, lo social y cultural; y fue así, el Embajador
López Damm, antiguo colega, llegó para desempolvar las relaciones y nuevamente llevarlas por caminos de éxitos y
realizaciones tangibles y productivas inspiradas también en esos principios;
así, en un trabajo diario, proactivo y diligente, sin descanso ni pausa, fue
logrando restablecer el dinamismo y la cercanía a la amistad y fraternidad
entre los dos países.
Fortaleció las relaciones diplomáticas con funcionarios
gubernamentales, diplomáticos, empresarios, miembros de la sociedad civil,
universidades, con la prensa, compatriotas residentes en Quisqueya, en una
gestión de persona a persona, sin intermediarios intrascendentes. Se relacionó activamente
con comunicadores, escritores, pintores, historiadores, intelectuales,
políticos de todos los partidos y más personajes de actualidad que forman el
gran espectro del quehacer diario y el pensamiento de opinión y acción de la
República Dominicana.
El Presidente Rafael Correa, con su particular manera
de hacer las cosas en el Ecuador y una visión ecléctica y dinámica del bien
común y del bien hacer a través de
posiciones frontales en la política internacional, tuvo en el Embajador Carlos
López Damm a un excelente representante e interlocutor, que con ecuanimidad y
certera disposición cumplió a cabalidad con las directrices emanadas de la
política internacional del Ecuador a través del propio Presidente Correa y del
Canciller Patiño, así, el Embajador López Damm ha sido un negociador excelente,
ágil y oportuno que se granjeó el respeto, la amistad, la confianza, la
credibilidad y el afecto de las autoridades dominicanas.
Como Embajador, cumplió a cabalidad con sus
obligaciones y con las condiciones propuestas por el inglés Harold Nicolson,
como son ser veraz, preciso, calmado, paciente, perseverante, modesto y leal;
además de inteligente, conocedor de sus obligaciones y capacidades profesionales;
y, por supuesto prudente y hospitalario,
al decir del dominicano Dr. Horacio Vicioso Soto. Sobre todo, ha sido fielmente
leal a los postulados y a las acciones del gobierno del Presidente Rafael
Correa, quien visitó este país en dos ocasiones, la una para la inauguración de
la Feria del Libro el año 2013.
En su período, Don Carlos López Damm, demostrando su
capacidad negociadora logró suscribir más convenios y acuerdos que los
conseguidos en toda la historia de las relaciones entre República Dominicana y
Ecuador, dinamizando el intercambio económico, cultural, social y sobre
movilidad humana. Asimismo, fueron celebrados los 125 años de relaciones
consulares y 75 años de relaciones diplomáticas con República Dominicana.
Por otra parte, fue activo participante de los grupos
del GRULAC y del ALBA, cuyos objetivos, entre otros, son lograr la unidad
política, económica y social de Latinoamérica para lograr un desarrollo más
justo y equitativo.
Llevó el nombre del Ecuador y su historia a lugares
distantes de la Isla, estuvo en Montecristi inaugurando una plazoleta y busto
en honor al General Eloy Alfaro; recordó a grandes ecuatorianos como Oswaldo
Guayasamín y fue parte activa de actos, ceremonias, y celebraciones en las que
el nombre del Ecuador quedó siempre en alto, honrando así al país anfitrión.
Intervino en muchas actividades en las que destacó al
"Ecuador a pesar a Chevron", en las que se difundió la campaña sobre la mano
sucia de Chevron iniciada por el Presidente Correa, destacando el desarrollo
del Ecuador, sus adelantos científicos, educativos y sociales.
El lema "Ecuador Ama la Vida", que distingue ahora la
imagen ecuatoriana en el exterior, fue una constante en todas sus
participaciones.
La Escuela República del Ecuador, la que vimos nacer y
crecer, fue para él una misión especial. Asimismo la asistencia y ayuda a
ecuatorianos que necesitaron la presencia de la Embajada.
En estos cinco años el Embajador López Damm ha puesto en alto el nombre del Ecuador,
ha recuperado un espacio de respeto y de intensas buenas relaciones fraternales
y ha logrado afianzar y estrechar las relaciones diplomáticas, consulares y
comerciales entre las dos repúblicas, afianzando la amistad entre los
gobiernos, de ambos países, primero del
Presidente Leonel Fernández y ahora del Presidente Danilo Medina con el
gobierno del Presidente ecuatoriano
Rafael Correa.
Al finalizar su misión, recibió del Gobierno
dominicano el reconocimiento más alto, con
la Condecoración de laOrden al Mérito de Duarte,
Sánchez y Mella, en el grado de Gran Cruz Placa de Plata.
Honor
a quien honor merece.
LINO PEÑA,
ex-diplomático en
RD.
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