El
Lago Enriquillo, junto al Mar Muerto, es de los pocos del mundo que se
encuentra por debajo del nivel del mar.
|
Dos mujeres caminan con alimentos y saco sobre la cabeza a la orilla del lago Azuei, próximo a la frontera con República Dominicana, en Malpasse, Haití. |
El Lago Enriquillo: cada vez menos salado y con mayor caudal
Por EFE
miércoles 18 de septiembre de 2013, 04:47h
Los
dos lagos más grandes del Caribe, el Enriquillo (República Dominicana) y el
Azuei (Haití), han visto descender su salinidad y han experimentado una rápida
elevación en los últimos 10 años de 11,5 y 5 metros, respectivamente, que ha
causado fuertes inundaciones en las tierras fértiles que los rodean y el
desplazamiento de pobladores.
Investigadores
del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y del City College de Nueva
York (CCNY) han completado una batimetría digital detallada de ambos lagos que
presenta el mapa virtual del fondo y permite tener una idea precisa de qué
cantidad de agua han ganado los lagos desde que comenzaron a crecer en 2003.
En
una entrevista con Efe, Cándido Quintana, uno de los investigadores del INTEC,
explicó que tras un período largo en el cual el Lago Enriquillo decrecía y que
concluyó en 2003, ahora el lago está creciendo de "manera acelerada",
una subida "sin precedentes" en la zona, según apostilla, también a
Efe, Jorge González, del CCNY.
El Lago Enriquillo, junto al Mar Muerto, es de
los pocos del mundo que se encuentra por debajo del nivel del mar. Según
explica González, otro de los fenómenos que está experimentando el Lago
Enriquillo (unos 260 kilómetros al oeste de Santo Domingo) es el de su rápida
pérdida de salinidad.
Los datos indican, además, que los niveles de salinidad
de Enriquillo se han reducido en más de 75 ppm (partes por mil) a alrededor de
20 ppm, equivalente a agua dulce, según revela González. Además ha ganado en
volumen de agua, 3,53 kilómetros cúbicos, su superficie ha crecido 1,2 veces de
2003 a 2013 y ha inundado alrededor de 150 kilómetros cuadrados de tierras
fértiles.
El Gobierno dominicano ya tiene en marcha varios proyectos de
construcción de viviendas para albergar a las familias que se han visto
obligadas a desplazarse por esta subida. La batimetría ahora completada, según
Quintana, es de suma importancia para establecer balances hídricos precisos de
los lagos, una medida neta de la cantidad de agua de entrada y salida,
necesaria para determinar las causas de las crecidas.
Con este avance, los
investigadores están en condiciones de anticipar de manera más precisa cuánto
más podrían aumentar en el futuro los lagos. Los expertos han instalado una red
de sensores climáticos para seguir de cerca el clima en distintas localidades
de la provincia Independencia, donde se encuentra el Lago Enriquillo (junto a
la provincia de Bahoruco).
Los equipos, que han sido instalados en 21 puntos
desde 2011 por investigadores y estudiantes de INTEC y CCNY, el Ministerio de
Medio Ambiente y la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), analizan
variables climáticas en unas 20 localidades de la zona del lago. Los equipos
miden las variables de precipitación, precipitación de la niebla, temperatura,
humedad relativa, humedad del suelo, irradiación solar, evaporación, velocidad
del viento, presión atmosférica, salinidad y nivel de los lagos, entre otros
indicadores, según la localidad.
Los análisis de datos de esta red han revelado
la magnitud de la producción de agua en las sierras, que se desconocía hasta el
momento y que está contribuyendo al crecimiento de los lagos. Entre las
hipótesis sobre los factores que están contribuyendo a la subida del nivel de
estos lagos se encuentra el aumento de las temperaturas en el Caribe que ha
producido un incremento de contenido húmedo en la zona y una reducción en la
capacidad de evaporación de los lagos que resulta en el aumento de los niveles
de agua.
Entre los proyectos de realojamiento destaca y se encuentra más
avanzado Boca de Cachón, un complejo habitacional compuesto por 537 viviendas,
dispuesto por el presidente dominicano, Danilo Medina, para auxiliar a unas
3.000 familias afectadas por la crecida del Lago Enriquillo.