Santo Domingo.- En esta exposición este artista nos permitió
entrar en su mundo para dejarnos llevar a conocer parte de la vida productiva
de este artista aunque no cronológicamente, mostrando en ella el hilo conductor
basado en la inventiva que ha caracterizado al mismo.
Marcelo, que siempre nos muestra algo poco común para el
arte, nos dejó conocer en esta exposición la diversidad de medios y soluciones
técnicas que utiliza para hacer de su trabajo impecable y también aspectos
relevantes de su vida y obra como: la teatralidad, su gran información y
referentes culturales y sobre todo la ironía.
Marcelo Ferder nos tiene acostumbrados a reflejar a través
de la metáfora de la ciudad, como lo
rudo y burdo, alquímicamente, torna en belleza. Sea reflejando a su gente, sus
medios de transporte, sus espacios agobiantes, mostrando sus residuos
petrificados en las paredes reales de la ciudad real o como en este caso, por
oposición, nos propone el vacio de sus hogares en una suerte de juegos dialécticos:
el interior y el exterior, lo mueble y lo inmueble, el vacio y la forma, la
pintura y el objeto en esta suerte de catálogo de imágenes de revistas de decoración donde los muebles son mas
importante que las personas que los
utilizan.