En
su intervención en la Asamblea General de la ONU el presidente de Estados
Unidos dijo que la acción militar no llevará la paz duradera a Siria.
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su intervención hoy en la Asamblea General de la ONU. |
Obama le responde a Putin que Estados Unidos sí es un país "excepcional"
Por EFE
martes 24 de septiembre de 2013, 19:30h
A
juicio de Barack Obama, "el peligro para el mundo no es un Estados Unidos
demasiado ansioso por involucrarse en asuntos de otros países o por tomar cada
problema en una región como propio". El problema es, según Obama, más bien
lo contrario, lo cual "crearía un vacío de liderazgo que ninguna otra
nación es capaz de llenar".
El
presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo hoy ante la ONU que cree que su país
sí es "excepcional" aunque algunos estén en desacuerdo, en clara
respuesta a su homólogo ruso, Vladímir Putin, quien cuestionó esa idea en un
reciente artículo en The New York Times. "Algunos pueden estar en
desacuerdo, pero yo creo que Estados Unidos es excepcional, en parte porque
hemos demostrado una voluntad (...) de defender no solo nuestros propios
intereses, sino los de todos", declaró Obama en un discurso ante la
Asamblea General de la ONU.
En un artículo de opinión publicado el 12 de
septiembre en The New York Times, Putin cuestionó el concepto de
"excepcionalismo estadounidense" defendido por Obama unos días antes
en un discurso televisado a la nación sobre Siria. "Es extremadamente
peligroso animar a la gente a verse como algo excepcional, sea cual sea la
motivación", escribió Putin.
"Hay países grandes y pequeños, ricos y
pobres, los que tienen una larga tradición democrática y aquellos que aún están
buscando su camino hacia esa democracia. Sus políticas son diferentes también.
Todos somos diferentes pero cuando pedimos la bendición de Dios no debemos
olvidar que nos creó a todos iguales", anotó el mandatario ruso. Obama
había evitado hasta hoy responder a Putin.
La acción militar no llevará la paz
duradera a Siria, afirma Barack Obama
El
presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo hoy ante la Asamblea General de la ONU
que no cree que una acción militar lleve a la "paz duradera" en
Siria, al pedir al Consejo de Seguridad que apruebe una resolución
"firme" contra el uso de armas químicas.
"En Siria creemos que
el punto de partida debe ser que la comunidad internacional asegure la
prohibición de las armas químicas", afirmó Obama en su discurso en el 68
periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Según Obama, tiene que
haber "una firme resolución" del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas para asegurar que las armas químicas no son usadas en Siria ni en ningún
otro país, y "verificar" que el presidente Bachar al Asad cumple con
sus compromisos. "Si lo logramos, enviaremos un mensaje sólido de que el
uso de armas químicas no tiene lugar en el siglo XXI", subrayó.
Tras el
acuerdo en Ginebra entre Washington y Moscú para destruir el arsenal químico
sirio, EE.UU. propugna ahora una resolución que invoque el Capítulo 7 de la
Carta de la ONU, que abriría la puerta a sanciones o incluso al uso de la
fuerza en caso de que el Gobierno de Damasco no cumpla con el pacto.
Obama
volvió a insistir en que EE.UU. considera probado que el régimen sirio usó
armas químicas contra civiles en el ataque a las afueras de Damasco del pasado
21 de agosto, y destacó que sería "un insulto a la razón humana"
pensar lo contrario. Reiteró, además, su apuesta por la vía diplomática y dio
la bienvenida "a la influencia de todas las naciones", en alusión a
la colaboración con Rusia, "para lograr una solución pacífica a la guerra civil
siria".
Asimismo, anunció que EE.UU. destinará 340 millones de dólares
(251 millones de euros) más a ayudar a los refugiados sirios que abandonan su
país por el conflicto armado que estalló hace más de dos años.
Obama anunció a
finales de agosto su decisión de llevar a cabo un ataque militar
"limitado" contra Siria en represalia por el supuesto uso de armas
químicas, pero después se abrió a dar una oportunidad a la diplomacia a raíz
del acuerdo para destruir el arsenal químico de ese país.