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Guardias de honor elevan las banderas de la República Popular China, durante la ceremonia de celebración del Día Nacional en Hong Kong. |
La República Popular China celebra 64 años con una reforma económica en la mira
Por EFE
jueves 03 de octubre de 2013, 12:00h
China
celebra esta semana el 64 aniversario de la fundación de la República Popular
con el compromiso de los líderes de la potencia asiática de impulsar las reformas
para lograr un crecimiento "estable" y en plena campaña
anticorrupción.
La
efeméride congregó a los principales líderes chinos, entre ellos el presidente,
Xi Jinping, el primer ministro, Li Keqiang, y los otros cinco miembros del
Comité Permanente -el mayor órgano de poder del Gobierno- en la popular plaza
pequinesa de Tiananmen.
En una ceremonia eminentemente política y
propagandística, los nuevos líderes de la potencia asiática rindieron tributo
al Monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco de alrededor de 38 metros que
se erige en el extremo sur del ágora. Aunque Pekín amaneció con una ligera
lluvia, decenas de miles de personas acudieron a la ceremonia de izado de
bandera, que todos los días se lleva a cabo al amanecer pero es especialmente
concurrida en el Día Nacional.
La plaza, como cada año, es adornada estos días
con motivos florales, que esta vez se diseñaron bajo el tema "construyendo
una bonita China y alcanzando el sueño chino", lo que se ha convertido ya
en un lema recurrente del nuevo Gobierno de Xi Jinping. La principal muestra
floral era un gigantesco y colorido ramo de 18,2 metros de alto y 15 de
diámetro en el centro de la plaza, además de otros diez de menor tamaño
distribuidos a lo largo de la avenida Chang'an que atraviesa Tiananmen y la
Ciudad Prohibida.
Emblema del edificio, el retrato de Mao Zedong que cuelga a
diario de la puerta principal de la Ciudad Prohibida fue reemplazado por uno
nuevo en los días previos, como se hace cada año por estas fechas. En la
víspera del Día Nacional, los líderes se reunieron en el Gran Palacio del
Pueblo de Pekín, frente a Tiananmen y sede del Legislativo, como parte del
proceso ceremonial de la festividad.
En él, Li Keqiang impartió un discurso en
el que aseguró que "China se encuentra en una frase crucial de
reestructuración económica, y que se enfrenta a muchas dificultades y
retos". "La economía china, mientras mantiene una estabilidad
general, ha mostrado que está en un buen momento para futuras reformas",
dijo el primer ministro, según publica la agencia oficial Xinhua.
Y añadió:
"Tenemos la confianza, las condiciones y la habilidad de alcanzar los
objetivos económicos y sociales de este año". China se ha establecido una
meta de crecimiento del 7,5 por ciento para 2013, la misma que el año anterior,
cuando la superó ligeramente con una cifra final del 7,7 por ciento.
Las
palabras de Li se producían un día después de que China inaugurara la zona de
libre comercio de Shanghái, que se considera una de las pruebas más evidentes
de la intención de reforma económica del Gobierno en décadas. Se espera que su
apertura y la próxima gran reunión del Partido en noviembre definan las
reformas de China, mientras los analistas todavía temen que la potencia
asiática experimente un frenazo brusco de su economía.
"Hemos doblado
nuestros esfuerzos para introducir reformas en las áreas fiscal, bancaria, de
inversión y financiera de forma oportuna y ordenada", añadió Li. El país
asiático también celebra el aniversario en medio de una extensa campaña
anticorrupción que ha llevado a prisión a ex altos cargos del régimen, entre
ellos al ex líder Bo Xilai, (condenado a cadena perpetua) o al ex ministro de
Ferrocarriles, Liu Zhijun (sentenciado a pena de muerte aplazada, en la
práctica una condena de cárcel vitalicia).
Si bien algunos analistas consideran
que la campaña es una purga "ejemplarizante" del nuevo Gobierno,
otros arguyen que es un intento en vano de eliminar las malas prácticas de un
Partido en desprestigio y afectado por fuertes divisiones internas. En menos de
cinco años, el Partido Comunista chino habrá superado a la Unión Soviética (69
ó 74, en función de cómo se estipule) y al Partido Revolucionario Institucional
de México (71 años hasta el 2000) como el mayor periodo en el poder de una
formación política.