Santo Domingo.- El
encuentro del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), también advirtió de la
gravedad del tema migratorio en prácticamente todo el continente, y de la
marginalidad en la que viven millones de personas a pesar del crecimiento
económico de los últimos años.
"Nuestros
países son democráticamente frágiles, débiles, y vemos con un poquito de
consternación cómo en muchas partes esas instituciones democráticas se
debilitan en lugar de fortalecerse", dijo en la clausura el nuevo
presidente del Celam, el arzobispo de Bogotá, Colombia, cardenal Rubén Salazar
Gómez.
El
prelado precisó que la Iglesia católica está "muy preocupada" por la
pobreza, la desigualdad, la falta de institucionalidad, la calidad de la
educación y la migración que afectan a "muchas personas" en América
Latina.
Salazar
Gómez consideró, que aunque la misión de la Iglesia no es política ni social,
sus miembros están comprometidos a dar seguimiento a estos factores por su
importancia en la dinámica de las naciones.
Los
obispos del Celam concluyeron, que la región presenta "graves problemas
sociales" y aunque destacaron la "construcción permanente" de la
democracia en América Latina, advirtieron de que hay que estar
"vigilantes" para acompañarla en su consolidación.
El
Celam, además, se comprometió a intensificar los trabajos de evangelización a
favor de los más pobres, quienes necesitan de una "sólida carga de
solidaridad".
Ratificaron,
asimismo, el compromiso del Celam de "tolerancia cero" contra los
sacerdotes y miembros de la Iglesia involucrados en pederastia y cualquier otro
tipo de comportamiento "ajeno" a las encomiendas cristianas.
En
la reunión de tres días en República Dominicana, el Celam presentó su informe
de gestión sobre el Plan Global y 76 programas desarrollados en los últimos
cuatro años por la iglesia, así como las directrices de 2015 a 2019.
El
organismo, creado en 1955, agrupa a los obispos de la Iglesia católica de
Latinoamérica y el Caribe y es un organismo de comunión, reflexión, colaboración
y servicio.