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En ambos lugares, la Vicepresidenta llevó un mensaje de paz y destacó la importancia de dar amor y de compartir con las personas que menos tienen. |
Margarita entrega casa en Las Salinas de Barahona y lleva cena a menores recluidos en Najayo
Por Redacción Diario Hispaniola
viernes 27 de diciembre de 2013, 21:38h
Margarita Cedeño de Fernández entregó la casa reconstruida y amueblada a
la familia Feliz Ruiz y llevó una cena navideña a los 180 jóvenes que se
rehabilitan en el Centro de Adolescentes en Conflicto con la Ley
(CAIPACIL)-Najayo.
La entrega de la vivienda es el cumplimiento de una
promesa que hizo Cedeño de Fernández a una familia de 10 integrantes, cuatro de
ellos son sordociegos, uno paralítico, y la madre también con problemas de
visión, a quienes la vicepresidenta visitó el pasado mes de octubre. Todos ya
están siendo evaluados por médicos en Santo Domingo y comenzarán en el mes de
enero con diferentes procesos quirúrgicos para tratar de que recuperen la
vista.
A través de la traductora Sonia Encarnación, la
Vicepresidenta se comunicó con los sordociegos, quienes manifestaron su
agradecimiento y felicidad por comenzar a vivir en una casa de cuatro
habitaciones, sala-comedor, baño, cocina y con los artículos que necesitan.
Margarita también llevó la cena de Navidad para que la compartieran en familia
en su nuevo hogar.
Los esposos Rosa María Ruíz y Luis Alberto Feliz
recibieron felices las llaves que de la vivienda que les permitirá dejar atrás
una etapa marcada por el hacinamiento en que vivían junto a su familia. Ahora
sus hijos Luis Antonio, de 23 años; María Alexandra, de 21; Luis Alejandro, de
18; María de los Ángeles, de 10; Lorenzo Justino Feliz, de 16; Luisa María
Feliz, de 14; Juan Joel Pérez, de 16, y la pequeñita de dos años Maxi Dariela,
tienen espacio suficiente para vivir cómodamente.
La visita
a Najayo
Para Margarita Cedeño de Fernández resultó emocionante que los 180 jóvenes
recluidos en el CAIPACIL-Najayo la recibieran con entusiasmo navideño, todos
con sus gorros de Santa Claus, porque asegura que es precisamente lo que quiso
llevar: un poco de la alegría para celebra el nacimiento del niño Jesús.
"Este es un espacio donde ustedes están transitoriamente
habitando y tenemos que convertirlo en algo que se parezca más un hogar, que
sea más cálido, que se sepa que hay seres humanos aquí habitando, y por
supuesto que ustedes también entiendan que por aquí solo pueden pasar una vez,
que los regeneramos, que no volvemos acá y que además ustedes se puedan
convertir también en líderes de cambio y transformación para otros jóvenes en
sus comunidades", aseguró.
Cedeño de Fernández recordó a los internos
que deben darle el mejor uso posible a los talleres que se imparten en el Centro
de Capacitación y Producción Progresando
con Solidaridad,
inaugurado recientemente por la Vicepresidencia, para que aprendan algún oficio
que les permita luego ganarse la vida, generar sus ingresos, para ayudarse
ellos y a sus familias.
"Aquí tenemos que venir a aprender, aquí tenemos que
venir a regenerarnos, aquí tenemos que venir a perdonar, y tenemos que venir
también a aprender a ganarnos la vida de una forma diferente, y aprender
también a que podamos compartir en sociedad sin agredir a nadie, sin maltratar
a nadie, y que podamos reencontrarnos, dar mucho amor, mucho perdón, mucha paz
a todos los que nos rodean".
La Vicepresidenta compartió con los jóvenes un
almuerzo-cena navideña y dejó a cada uno cajas navideñas para que compartan con
los familiares que los visitarían al día siguiente.
Además de su equipo de trabajo, Cedeño de Fernández
estuvo acompañada por la directora del CAIPACIL-Najayo, Juliana Mariñez; la
pastora Lucy Cosme, quien realizó una hermosa oración con los 180 internos, y
el periodista Héctor Herrera Cabral.