Los manifestantes, vestidos de verde y amarillo, pidieron además el fin de la corrupción y la detención del expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Brasil.- La policía brasileña calcula que unos tres millones de personas en 200 ciudades de todo el país salieron a la calle el domingo, demandando la salida del poder de la presidenta Dilma Rousseff.
Vestidos de verde y amarillo, los manifestantes pidieron también el fin de la corrupción y la detención del expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Dilma y Lula pertenecen al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) que ha gobernado Brasil desde 2003.
En Río de Janeiro los manifestantes, aclamaron a la Policía Federal y al juez Sergio Moro, quien dirige la investigación de corrupción en la petrolera estatal, Petrobras, y quien se ha convertido en héroe de la protesta.
La fiscalía asegura que la mayor firma de construcción e ingeniería del país pagó más de $2.000 millones de dólares en sobornos y otros fondos a cambio de contratos inflados otorgados por Petrobras.
“Yo soy patriota, amo mi país y desearía que los políticos fueron un poco más patriotas y pensaran más en la patria y menos en sus bolsillos”, dijo la manifestante anti-Rousseff, Andreia Ribeiro Da Rocha.
Decenas de ex ejecutivos de Petrobras y figuras políticas, incluyendo al predecesor y padrino de Rousseff, Lula da Silva, están bajo investigación. Parte de los presuntos actos de corrupción tuvieron lugar cuando Rousseff era presidenta de la junta directiva de Petrobras.
Fuente: La Voz de América
La situación de Rousseff puede empeorar. El sábado, el Partido Movimiento Democrático Brasileño, PMDB, al que pertenecen seis de los 31 ministros y 67 de los 513 diputados de la Cámara legislativa, amenazó con romper definitivamente con ella.
En su convención nacional este sábado, el PMDB prohibió a sus políticos aceptar nuevos cargos en el Ejecutivo y se dio 30 días para decidir si mantiene su alianza con el PT.