En
los cinco primeros meses de 2013 se han cometido 115 secuestros
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La ex rehén de las FARC Clara Rojas, que estuvo más de seis años en cautiverio junto con la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt. |
Cuarenta años de secuestro dejan en Colombia 39,058 víctimas
Por EFE
viernes 21 de junio de 2013, 03:54h
Los
picos más altos de secuestros se registraron en 2000 y 2002, con alrededor de
3,500 casos, mientras que en la actualidad la tendencia ha disminuido, según el
documento.
La
práctica del secuestro en Colombia ha dejado en los últimos 40 años al menos
39,058 víctimas y niveles de impunidad que alcanzan el 92 %, según un informe
divulgado hoy en Bogotá que contiene la primera base de datos consolidada de
este delito. El trabajo "Una verdad secuestrada: cuarenta años de
estadísticas de secuestro (1970-2010)", elaborado por el Centro Nacional
de Memoria Histórica y la firma Cifras & Conceptos y respaldado por la
Unión Europea, documenta la historia de este flagelo y se centra en las
víctimas.
"El secuestro barbarizó la guerra (el conflicto) en
Colombia", dijo el director del Centro Nacional de Memoria Histórica,
Gonzalo Sánchez, en el acto de presentación del informe. Sánchez recordó que
las guerrillas del M-19, las FARC y el ELN recurrieron al principio a esta
práctica como herramienta de presión política, hasta que décadas más tarde
comenzaron a usarla para obtener financiación, lo que atrajo a otras
"redes criminales" que extendieron este flagelo a todo el país.
El
ministro del Interior, Fernando Carrillo, quien asistió a la presentación del
informe, dijo que "en los cinco primeros meses de 2013 tuvimos en el país
115 (secuestros) de los cuales más del 60 por ciento, es decir más de 70,
fueron perpetrados por delincuentes comunes". Según el informe, la
guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es
responsable confirmado del 37 % de los casos de secuestro, seguida por la del
Ejército de Liberación Nacional (ELN) con el 30 %, las bandas criminales (20
%), otros (9 %) y paramilitares (4 %).
En el 79 % de los secuestros el blanco
era una persona específica, mientras que en el 16 % de los casos se produjo en
retenes en las vías y el 5 % ocurrió en tomas (asaltos) y emboscadas de grupos
rebeldes. Los autores del documento señalan que 301 personas han sido
secuestradas más de una vez y que una de ellas fue víctima de este delito en
cinco ocasiones.
Al hacer una clasificación de las víctimas por género, la investigación
encontró que la mayoría de los secuestrados (78 %) son hombres y el 22 %
mujeres, mientras que la franja de edad más afectada es la comprendida entre
los 18 y 65 años de edad en un 79 %. El 3 % de las víctimas de este delito han
sido extranjeros, agrega la investigación, que no especifica las nacionalidades
ni los motivos.
Pero en general, el informe expone que el 84 % de los casos
buscaban dinero a cambio, mientras que en el 12 % el pretexto fue político y en
el 4 % tuvo otros intereses. Los sectores más afectados por este delito son la
administración pública y defensa, con el 19,30 % de los secuestros
contabilizados, el agropecuario (19,14 %) y el comercio (18,92 %). De los
secuestrados pertenecientes a la administración pública, la mitad (49 %) son
policías o militares, pero también han caído en manos de secuestradores 389
concejales, 358 alcaldes, 75 congresistas, 66 diputados y 50 personeros
municipales.
Pese a la "universalidad" de este delito y su calado en
la sociedad colombiana durante cuarenta años, la Justicia ha investigado,
procesado y condenado sólo al 8 % de los responsables. Según los autores del
estudio, hay documentados 39.058 secuestros pero sólo se han dictado 3.144
sentencias condenatorias, mientras que se registraron 28.477 denuncias, 14.715
indagaciones, 5.235 acusaciones y 3.928 capturas.
Estos detenidos fueron
considerados responsables de 7.812 secuestros, y en su mayoría fueron
capturados solos. Según estas cifras, son más frecuentes las condenas de
carceleros (1.734 casos), que de cómplices (79) e inductores (40). La ex rehén
de las FARC Clara López, que estuvo más de seis años en cautiverio junto con la
ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, con la que compartió candidatura,
asistió a la presentación del informe y reclamó acompañamiento y reparación del
Estado hacia las víctimas.