Cuba, que en 2013 presidió la CELAC y que en enero traspasó esa responsabilidad a Costa Rica, se mantiene desde 1982 en el informe anual sobre terrorismo en el mundo del Departamento de Estado de EE.UU.
La Habana, (EFE).- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) expresó hoy su preocupación por la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo de EE.UU, a cuyo Gobierno instó a dejar de elaborar esos informes "unilaterales".
En un comunicado publicado en medios oficiales cubanos y fechado en Costa Rica, país que ocupa este año la Presidencia de la Celac, el grupo regional afirma que "ha recibido con preocupación la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de incluir nuevamente a Cuba en la Lista de Estados que Promueven el Terrorismo Internacional, a pesar del rechazo internacional y dentro de EEUU hacia dicha medida".
"La CELAC reitera su total oposición a la elaboración de listas unilaterales que acusan a estados de supuestamente apoyar y copatrocinar el terrorismo e insta al Gobierno de los Estados Unidos de América a ponerle fin a esta práctica", añade la declaración.
El organismo, integrado por todos los países de América menos Estados Unidos y Canadá, subraya también su apoyo a la lucha contra todas las manifestaciones del terrorismo plasmada en la Declaración de La Habana, documento final de la II Cumbre de la CELAC que tuvo lugar en Cuba en enero pasado.
Cuba, que en 2013 presidió la CELAC y que en enero traspasó esa responsabilidad a Costa Rica, se mantiene desde 1982 en el informe anual sobre terrorismo en el mundo del Departamento de Estado de EE.UU.
En el informe sobre 2013, presentado en abril, Washington incluyó a Cuba junto a Irán, Sudán y Siria en su lista, pese a considerar que la isla redujo el año pasado sus "lazos" con el grupo vasco ETA y que no proporciona armas ni entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.
La Habana ha exigido su exclusión definitiva de la lista de países patrocinadores del terrorismo y considera que esa designación es "absurda" y que EE.UU manipula el asunto como "instrumento" político.