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partir de 2015 habrá una semana adicional entre el final de Roland Garros y el
inicio Wimbledon
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El tenista suizo Roger Federer. |
Wimbledon cierra una primera semana nefasta para los favoritos
Por EFE
lunes 01 de julio de 2013, 08:44h
Tan
solo seis de los diez primeros favoritos y cuatro de las favoritas alcanzaron
la tercera ronda del torneo, una calamidad que equivale a la que se registró en
el All England Club hace 17 años, cuando solo 4 hombres y 6 mujeres del
"top 10" llegaron a esa fase, y al Roland Garros de 1998, cuando lo
hicieron 2 hombres y 8 mujeres.
La
primera semana de Wimbledon ha igualado el peor resultado en la historia de los
Grand Slam para los diez primeros cabezas de serie del cuadro femenino y
masculino. La caída del español Rafael
Nadal en primera ronda y la del suizo Roger Federer en segunda hizo saltar las
alarmas en un torneo en el que un número también inusitado de lesionados ha
dejado el cuadro más despejado de lo habitual.
La sangría de favoritos ha
dejado al local Andy Murray, segundo cabeza de serie, como el aspirante más
claro para llegar a la final por la parte baja del cuadro, mientras que el
número uno, el serbio Novak Djokovic, aspira a alcanzar también el último encuentro
con el permiso de rivales como el español David Ferrer, tercero de la ATP a
partir del lunes, y el argentino Juan Martín del Potro, octavo favorito.
El
apretado calendario del circuito profesional, que apenas deja descanso a los
tenistas entre cada torneo y que el año pasado fue especialmente denso debido a
los Juegos Olímpicos de Londres, es una de las quejas más repetidas entre los
jugadores.
Así las cosas, todos esperan que la semana adicional con la que
contarán a partir de 2015 entre Roland Garros y Wimbledon ayude a devolver al
torneo londinense algo del nivel que parece haber perdido. No es casualidad que
este año tan solo 12 partidos en las primeras rondas del cuadro masculino hayan
alcanzado los cinco sets, el récord negativo en ese sentido en toda la historia
del torneo en la Era Open.
Los jugadores llegan al tercer Grand Slam de la
temporada con las fuerzas al límite, lo que contribuye a que las lesiones se
produzcan con mayor facilidad sobre la hierba, la superficie más exigente del
circuito. La plaga de lesionados de tobillo, rodilla y hombro que se ha vivido
en las primeras jornadas del torneo ha agudizado el debate sobre el estado del
césped del All England Club, que según algunos tenistas resulta este año
especialmente resbaladizo y peligroso.
Además de favorecer las lesiones, ese
cambio en la hierba juega a favor de los tenistas que salen a la pista sin nada
que perder, dispuestos a arriesgar al máximo para ganar a un cabeza de serie a
cualquier precio. Los favoritos, en cambio, mantienen el objetivo de llegar
hasta el final del torneo, por lo que están obligados a mantener algo más la
prudencia sobre un césped del que podrían salir lesionados.
Uno de los que
arriesgó y ganó fue el belga Steve Darcis, número 135 del mundo, que fulminó a
Nadal en el primer partido y se retiró en el segundo porque su hombro ya no
aguantaba. También salió al máximo en segunda ronda el ucraniano Sergiy
Stakhovsky, número 116 del ránking, que asestó a Federer una de las derrotas
más dolorosas de su carrera, cuando aspiraba a coronarse por octava vez en
Wimbledon.