El juego tardó en mostrar emociones. El anfitrión pareció mejor parado en el campo de juego pero sin ideas suficientes como para poner en aprietos al arco defendido por Ochoa. Los aztecas, en tanto, estuvieron bien agrupados y apelando al pelotazo.
Con la posesión del balón repartida, las ocasiones de riesgo llegaron a través de pelotas detenidas o remates de media distancia. Como el de Héctor Herrera, que salió por encima del travesaño, primera llegada de peligro del encuentro.
La más clara fue del dueño de casa. Centro para la cabeza de Neymar, que se elevó por encima de Rafa Márquez y sacó un golpe que despejó de manera magistral Ochoa, de cachetazo con su mano derecha.
Sobre el final, una para cada uno. Un derechazo de José Vázquez se fue cerca del poste izquierdo y a continuación, tras un tiro libre, otra salvada providencial de Ochoa, mano a mano con Paulinho, quien definió al cuerpo del arquero después de ser habilitado de pecho por Thiago Silva.