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El presidente de Bolivia a su llegada a la ciudad de La Paz. |
Evo Morales llegó a Bolivia en la madrugada
Por EFE
jueves 04 de julio de 2013, 09:46h
El
presidente boliviano consideró que lo sucedido en Europa fue "una abierta
provocación al continente" y aseguró: "Nunca nos van a asustar porque
somos un pueblo que tiene dignidad y soberanía".
El
presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó este jueves en la madrugada
finalmente a su país, en medio de una grave crisis diplomática entre Europa y
Latinoamérica, después de que Francia, Italia y Portugal negaran el sobrevuelo
y aterrizaje a su avión por sospechas de que trasladara a Edward Snowden.
Con
gesto agotado y emocionado, el rostro del mandatario quedó de inmediato oculto
por la cantidad de collares de flores y bufandas artesanales que le fueron
colgando las personas que lo esperaban en el aeropuerto altiplánico, a más de
4.000 metros sobre el nivel del mar.
Morales fue recibido a pie de escalerilla
por su vicepresidente, Álvaro García Linera, y por el jefe del Estado Mayor,
Edwin de la Fuente. Tras saludar a sus ministros, a las presidentas de la
Cámara de Diputados y el Senado, y a representantes de movimientos sociales y
sindicales, el presidente, recibido con honores militares, pasó revista a las
tropas y después se subió a una tarima para escuchar el himno nacional.
También
acudieron al abarrotado aeropuerto algunos embajadores, entre ellos los de
Argentina, Cuba y Venezuela. "Esta lucha no es por el Evo, es por los
pueblos", dijo el mandatario en una breve intervención antes de dejar las
instalaciones. "He visto de cerca cómo algunas potencias se unen para
seguir planificando políticas que sólo matan de hambre, que sólo hacen guerras,
que sólo piensan en ellos" mismos, espetó.
Morales se enorgulleció de la
unidad mostrada por los bolivianos y de la "reacción inmediata" de
los Gobiernos latinoamericanos ante lo que calificó como "intentos de
amedrentamiento del imperio", en alusión a Estados Unidos, país al que
Bolivia culpa en último término de lo sucedido.
Cientos de bolivianos
abarrotaron esta fría noche el aeropuerto de El Alto, donde la Policía tuvo que
impedir la entrada a más personas ya que se trata de un aeródromo de pequeñas
dimensiones. También el aparcamiento estaba lleno de personas, muchas de ellas
aimaras como el presidente, que gritaban "Evo, Evo" y en algunos
casos incluso realizaban rituales para pedir por su salud.
Abajo, en la ciudad
de La Paz, otros cientos se concentraron en la céntrica Plaza Murillo, sede de
los órganos de Gobierno, donde se esperaba que se celebrara un acto de
bienvenida, aunque finalmente Morales optó por marcharse directamente a descansar.
Un representante de la Cancillería explicó al canal estatal que el presidente
viajará mañana temprano a la ciudad central de Cochabamba. Allí se espera la
llegada a lo largo del día de varios jefes de Estado latinoamericanos, que se
reunirán durante la tarde para analizar lo ocurrido y para arropar a su colega
boliviano, al que desde ayer han enviado mensajes de apoyo.
Entre los
mandatarios que han confirmado su asistencia figuran los presidentes de
Uruguay, José Mujica; Argentina, Cristina Fernández, y Ecuador, Rafael Correa,
quien fue el promotor de este encuentro. También se ha hablado de la posible
presencia de los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Perú, Ollanta
Humala, si bien sus respectivas Cancillerías aún no lo han confirmado.
Lo
sucedido ayer en Europa ha desatado una crisis diplomática sin precedentes
entre Europa y América Latina, y provocado airadas protestas de prácticamente
todos los países de la región. Morales, que regresaba de Moscú tras participar
en una reunión de países productores de gas, permaneció varado en el aeropuerto
de Viena después de que Portugal, Francia e Italia le impidieran aterrizar o
sobrevolar sus territorios, en una situación que el Gobierno boliviano ha
calificado de "secuestro". Los países europeos actuaron bajo sospecha
de que el avión presidencial boliviano pudiera transportar a Snowden, buscado
por Estados Unidos.
Finalmente el presidente pudo abandonar Viena con un plan
de viaje que incluyó escalas técnicas para repostar en las españolas Islas
Canarias y en la ciudad brasileña de Fortaleza, desde donde voló a La Paz. El
gabinete de ministros boliviano permaneció en vigilia durante toda la crisis y
anunció el miércoles que la Cancillería llamará a los embajadores de Francia e
Italia en La Paz, así como al cónsul de Portugal, para que ofrezcan
explicaciones por lo sucedido.