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Activistas de la organización Campact se manifiestan este jueves frente a la Cancillería alemana para apoyar al extécnico de la CIA Edward Snowden. |
Moscú pide a Snowden que decida si pide o no asilo político en Rusia
Por EFE
jueves 04 de julio de 2013, 14:35h
Putin
dejó claro que para quedarse en Rusia Snowden debería cesar sus filtraciones y
toda actividad dirigida contra los intereses de los Estados Unidos, país al que
calificó de "socio" de Rusia. Con todo, las autoridades rusas han dejado
claro que no entregarán en ningún caso a Snowden, independientemente de las
acciones que haya cometido.
Rusia
pidió hoy al exanalista estadounidense de la CIA Edward Snowden que decida si
pide o no asilo político en Rusia, cuyo presidente, Vladímir Putin, le puso
como condición para quedarse en el país que renuncie a sus actividades contra
EEUU.
"Partimos de que sin su decisión personal en uno u otro sentido, sin
que él entienda qué es mejor y cuál es la óptima salida para él, no podremos
decidir por él", afirmó Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso,
citado por las agencias locales.
El diplomático agregó: "El señor Snowden,
a día de hoy, no ha presentado una solicitud de asilo político en Rusia". El
portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó el martes de que Snowden había
renunciado a quedarse en Rusia, donde se encuentra desde el pasado 23 de junio
en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
El fugitivo, reclamado en Estados Unidos por
espionaje, tomó esa decisión después de que Putin condicionara esta semana la
concesión de asilo al hombre que destapó una trama de espionaje masivo de las
comunicaciones telefónicas y en internet. Según el Kremlin, Snowden ha pedido
asilo en quince países -veintiuno, según WikiLeaks-, muchos de los cuales o han
rechazado tal solicitud, o han puesto como condición que el demandante se
encuentre en su territorio.
Los rumores de que Snowden se encontraba en el
avión del presidente de Bolivia, Evo Morales, que partió el martes de Moscú con
destino a su país, provocó un escándalo diplomático internacional. Varios
países europeos impidieron al avión presidencial boliviano que sobrevolara sus
espacios aéreos, lo que ha causado una unánime condena en el continente latinoamericano.